jueves, 11 de enero de 2018

El amor de Cupido es falso, el de Dios si es verdadero

© Por Cira Arroyo Fuentes  11/01/2018   08:44 p.m.

     En ocasiones uno desearía como desaparecer del mapa o dormirse profundamente por un buen tiempo, para no pasar por el proceso de la pesadilla del sufrimiento por causa de un desamor, que si no lo encausamos, desahogándonos debidamente de alguna manera saludable, tanto para nosotros como para todos, acabaría llenándonos con una profunda depresión que nos podría causar enfermedad o hasta muerte.

Si lográramos dormirnos de esa manera todo sería tan fácil, ... porque cerraríamos los ojos suavemente y en paz, ...con la esperanza de ser despertados en el momento justo y propicio por un amoroso beso, y que todo de allí en adelante esté lleno de alegría, positivismo y mucho amor.

Qué fácil sería si toda relación sentimental se nos resolviera así, pero no, la verdad es totalmente diferente ó contraria, porque aunque nos sintamos tristes y hasta sin deseos de vivir, tenemos con fuerza y valentía que aguantarnos con amor propio, paciencia y autoestima, reconociendo que el principal amor es el que nos tenemos y damos nosotros mismos y el que recibimos de Dios, para no permitir que el desamor de una persona particular, y su rechazo, nos afecte demasiado o hasta acabe con nosotros porque ningún amor externo define nuestra personalidad, ni el hecho de que nos sintamos completos y amados, debido a que ya nos basta con el amor propio que de Dios y de nosotros mismos tenemos.

Si sabemos sobrepasar con Dios estas duras pruebas ó experiencias, saldremos adelante ilesos, y el malvado Cupido en el cual creímos, no podrá jugar más con nosotros y tendrá que huir con sus falsos amores, pasiones y deseos de nuestra vida, para que le de paso a que nos llegue un amor verdadero que sólo de parte de Dios puede venir...

...Un amor sincero, sin engaño, sin labia y sin cálculos...

Un amor que no sea aventurero, al que le interese agradar a Dios en todo y no al mundo, que no se deje llevar por impulsos ni fantasías físicas de personas en la vida.

Un amor que no tenga inseguridad, capricho, burla, prisa, engaño, complejos, vanidades, materialismo, ni ningún interés mundano de por medio, ni se preocupe por el que dirá de los demás, sino el mero propósito de buscar con paciencia conocer a fondo a una persona porque en realidad le atrae seriamente, sin dejarse inmaduramente llevar por las primeras impresiones, que no son para nada las que demuestran la verdadera personalidad de alguien porque generalmente al empezar las relaciones son muy afectadas por los nervios que genera el conocer y relacionarse con alguien nuevo, del cual al principio no sabemos absolutamente nada.

Sé que un amor legítimo, que nos ame tal cual somos, nos lo da Dios si se lo pedimos con fe y tenemos paciencia para esperar, no que sucedan las cosas a la carrera, en el tiempo del falso Cupido, sino en el tiempo de Dios que nunca falla, que si es un amor estable y para siempre, pero por mientras tanto este amor puro aparece, no debemos desesperarnos, sino disfrutar de la vida plenamente, en la compañía de personas leales que si nos valoran y aprecian nuestra presencia, a las que encontramos o conocemos personalmente cuando paseamos por diferentes lugares, o nos damos la oportunidad de conocer mediante las diferentes redes sociales de Internet y Whatssap.

En conclusión, de nuestra autoestima, del Amor de Dios y el carácter que Él nos ha dado, depende que seamos seguros y fuertes, para que El Falso Amor de Cupido del mundo no nos llene de depresión para destrozarnos en vida ni matarnos físicamente, según la reacción ó solución que escojamos tener para sobrellevar y superar la pérdida de un amor, sea este platónico ( amor fantásticamente idealizado o creado por nosotros) o real.


martes, 9 de enero de 2018

Lo que para nosotros son defectos para otros pueden ser originales virtudes

     ©  Cira Arroyo Fuentes   10/01/2018   12:29 a.m.

     El hecho de gustarle a alguien, de que se enamore en lo más profundo de su corazón de nosotros, es un acontecimiento muy particular, y si así tal como somos, hemos logrado, aún sin pretenderlo siquiera, que una persona tenga química con nosotros y se enamore, es algo que el destino nos tenía preparado, por eso, si una persona se denota a leguas que babea por nosotros, no tenemos por qué andar con inseguridades ni complejos de querer cambiarnos esto o aquello de nuestro físico para querer ser perfectos para esa persona, porque muchos por afanados en lugar de enamorar más a la persona la decepcionan, porque quizás ese defecto o detalle único y original que te diferenciaba de los demás fue el gancho que hizo que pusiera su atención y amor en ti.

Debemos recordar que si gustos no hubieran en las tiendas no se vendiera, y que quizás ese defecto que tu tienes que a ti no te gusta o incomoda puede ser el mayor atractivo que esa persona observó en ti.

Hace muchos años tuve la experiencia de que me gustaba mucho un muchacho y yo le gustaba también, pero como yo sentía que estaba muy gorda, en un tiempo que no lo volví a ver, me di a la tarea de luchar para perder peso lo más que podía, mediante dieta y ejercicios porque quería que él me viera bien delgada, pensando que lo iba a deslumbrar con mi nuevo look siendo super delgada, pero cuál fue mi sorpresa que él regresó y cuando me vio empezó a alejarse y ya no me miraba con la misma atracción que antes.

Pasó el tiempo y un día me encontré con su papá y cuando me vio tan delgada me dijo que qué había hecho, que por qué me había adelgazado tanto. Entonces le dije que lo había hecho para que su hijo se sintiera mejor conmigo, pero él me dijo que había cometido un gran error porque a su hijo le encantaban las mujeres rellenitas no las que son demasiado flacas.

Este es sólo un ejemplo del por qué no debemos erróneamente de hacernos cambios sólo por querer gustarle a alguien. Si los hacemos deben ser por mejorar nuestra salud, autoestima, sentirnos mejor y gustarnos a nosotros mismos, pero no hacerlos por quedarle bien a los demás, porque nos podemos llevar la gran sorpresa de que los cambios que nos hacemos en lugar de acercar a nuestro ser amado nos lo alejan.

En fin, nosotros somos los dueños de nuestra vida y los que sabemos los problemas que nos ocasiona algún defecto o daño físico que tenemos, pero si está en nuestras manos el poderlos resolver hemos de hacerlo, por nuestro bien, y si a la persona que amamos le disgusta, en primer lugar está el sentirnos bien con nosotros mismos y sentirnos saludables, que el quedarle bien a los demás, aunque esta persona sea nuestra pareja.




Desintoxicación

© Cira Arroyo Fuentes   09/01/2018   12:38 p.m.

     Cuando se llega un momento de nuestra vida en que después de habernos sentido libres con Dios por mucho tiempo, volvemos a sentir de nuevo que una gran fuerza negativa nos agobia y que no tenemos paz mental, debemos de descubrir en que hechos, actividades o eventos nos hemos involucrado y relacionado con cosas o personas que nos están causando que nos sintamos así.

Es este momento cuando tenemos que hacer un alto en el camino con Dios de nuevo para que Él nos ayude a liberarnos, para sacudirnos y dejar atrás todo eso que nos causa daño y no nos deja surgir.

Esas fuerzas negativas pueden ser viejos amores que nunca supieron valorarnos ni nos dieron el lugar que merecíamos en el tiempo en que estuvimos juntos o familiares y amistades manipuladoras, que nunca fueron, ni son sinceras y que no gustan de vernos crecer exitosamente.

Fueron o son personas agasapadas que siempre estuvieron o están con nosotros cuando se trata de manipularnos a que seamos a su manera, pretendiendo que hagamos sólo lo que ellas quieren o les conviene porque si nos comportamos como ellas somos perfectos, pero si no, se llenan la boca buscando en nosotros lo que suponen ellas que son nuestras imperfecciones para desmotivarnos y criticarnos continuamente sea en público o en privado, por no poder convertirnos en una copia exacta de ellas.

Debemos alejarnos de personas así, que nunca supieron valorarnos por lo que somos y así tal como somos, que sólo le daban o dan valor a lo que materialmente tenemos, podíamos o podemos darle, pero no a lo que espiritualmente somos.

Quiero apartarme de gente falsa, fantasiosa, materialista, que finge ser lo que no es, que se cree que sólo ellos saben, pueden ser exitosos y son perfectos, pero los demás no.

Me disgustan las personas orgullosas que pretenden ser lo que no son, tirar para arriba sin poder, que no valoran a sus familiares, amistades, compañeros de estudio o de trabajo y vecinos humildes, pero se vuelven locas o se dejan apantallar con personas que tienen dinero o que fingen tenerlo, que idolatran a familiares y amistades adineradas y a los extranjeros.

Personas que mientras te vean como alguien común y corriente, que no tienes auto o autos lujosos o amistades extravagantes, ni te dan importancia, pero apenas llega alguien extranjero o adinerado a tu casa, especialmente con auto, cambian de inmediato su trato para con nosotros sólo por quedar bien con nuestro visitante, pero apenas se marchan o cuando nos codeamos a diario, en la vida cotidiana, ni nos alzan a ver o nos saludan casi por la fuerza, sólo porque no se diga.

Mi meta en este nuevo año es desintoxicarme, sacudirme, apartarme de toda persona o recuerdo de personas que traen negatividad a mi vida y no me valoraron ni valoran tal como soy, porque por todo esto que he vivido rodeada de gente así, que no alimentan positivamente mi vida para nada, es que ahora quiero abrirme al presente, quedándome con las personas que siempre me han valorado y apartarme de las que no.

Quiero conocer gente nueva, que sea humilde de espíritu, alegre, positiva y que me llene de buena energía. Gente que no sea pedante, "que no juegue de viva", que no sea hipócrita ni pretenda ser lo que no es.

Busco estar al lado de personas honestas, sinceras, luchadoras, que disfruten de ser libremente con Dios y dejar ser a los demás de igual manera. Gente que no esté constantemente viendo que punto negro te encuentra para hacerlo resaltar y bajarte tu autoestima.

De esta gente con personalidad enfermiza, que se cree perfecta, es de la que precisamente me quiero apartar, para unirme a los de corazón humilde, que tienen los pies muy bien puestos sobre la tierra y saben que todos somos pecadores e imperfectos, pero nos aceptamos así, tal cual somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos.

Quiero unirme a la gente que sabe aceptar o reconocer sus errores cuando son ellos los culpables, que saben con humildad pedir perdón, y aceptar que otros se lo pidan, si fueron ellos los que cometieron faltas.

Quiero desintoxicarme y apartarme de la gente que sólo me busca por interés y que me ignora o no me da importancia cuando no necesita nada de mí. Gente que si me ve en la calle o en un lugar público se denota a leguas que vuelven a ver para otro lado o cambian el curso para no tener que toparse de frente conmigo y tener por fuerza que saludarme. Gente que nunca me busca para nada ni en redes sociales ni en la vida real, que me ha despreciado, que nunca valoró el amor y la atención que le di cuando nos tocó caminar juntos por alguna razón en algún momento de la vida, que nunca por más que traté de congraciarme con ellas no me aceptaron, ni aportaron nada positivo a mi vida, sino por el contrario procuraron de mil maneras hasta de enseñarme vicios y malas costumbres, pero  gracias a Dios nunca pudieron  transformarme a su manera ni impedir permitirme ser.

Quiero apartarme de la gente calculadora, hipócrita, interesada, que sólo nos busca por interés, que le encanta pasarle la brocha a los ricos, a los que tienen altos títulos, o que desempeñan algún nivel de poder en alguna organización y que apartan o ven por debajo del ojo a las personas que consideran simples, según su enfermiza ambición. Gente plástica, falsa, que finge voces, ademanes, caminados, etc, En fin, gente que finge diversas personalidades, con acentos o ademanes distintos, sean estos naturales o fingidos, pero no me dejo llevar por eso, sino que analizo muy bien la legitimidad espiritual de cada uno y si no es una persona legítima, por más estudiada, adinerada y poderosa que sea o finja ser, a mí simplemente no me engaña.

Yo sólo quiero con todo mi corazón y todo mi ser mantener conmigo a personas sencillas, humildes de corazón, auténticas, con una única personalidad y carácter definidos, que reflejan el carácter único de Dios, que son las mismas en todo lugar y con quien sea, que saben que cometen errores igual que todos, pero que se aceptan así y aceptan a los demás tal cuál son también. Personas que en todo momento de mi vida han estado conmigo en las buenas y en las malas y abrirme a conocer mucha gente nueva que me quiera así como me han querido esas personas que a pesar del tiempo y los años permanecen conmigo, tal como soy y unirme a todas ellas.

Yo sé que para lograr esta Desintoxicación o Liberación otra vez, sólo con Cristo la puedo hacer, porque de otra manera mi lucha sería en vano.

Sé que en este Nuevo Año, ... si quiero Una Vida Nueva, ... debo de mantener mis ojos y todos mis sentidos en alerta con Cristo, teniendo Ojo de Águila, para que nada ni nadie me engañe con su falsa personalidad ni su palabrerío, como lo hicieron muchos en el pasado, para que me relacione con gente madura espiritualmente hablando, íntegra, sincera y sin fingimiento, que de verdad quiera voluntariamente y sin ningún interés malévolo u oculto, estar o formar parte de mi vida, por lo que soy y no por lo que tengo ó le pueda dar.

Gente a quien le guste mi forma natural de ser y que no busque que finja o cambie de ninguna manera mi forma de ser al mejor postor o al gusto de los demás para encajar en diversos ambientes.

En resumen, quiero estar rodeada de gente que ame y tema a Dios, que busque hacer su voluntad escrita en La Biblia. Gente con propósito que camine con la guía del Espíritu Santo siguiendo el ejemplo, no de personas, sino del único modelo a seguir que nos dejó Papá Dios, que es Jesucristo.


sábado, 6 de enero de 2018

FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2015


 


Por Cira Arroyo Fuentes Diciembre 2014

Como es mejor tarde, pero seguro, hasta ahora pude cambiar mi foto de portada para ponerles la de navidad, porque mi computadora me la estaban reparando.

Deseo que estén pasando una muy Feliz Navidad y que próximamente pasen un Año Nuevo súper lleno de muchisísimas bendiciones tanto de parte de Dios como de todos sus seres queridos. LES DOY UN BEZOTOTE Y UN EXTRA SÚPER FUERTE ABRAZOTE GRANDOTOTE DESDE EL CIELO HASTA LA TIERRA A TODOS POR IGUAL, PARA QUE NINGUNO(A) SE ME PONGA CELOSO(A) Y RECUERDEN QUE AUNQUE FÍSICAMENTE NO ESTOY CON USTEDES, SÍ LO ESTOY ESPÍRITUALMENTE. LOS AMO!!!
— en En mi casa en La Guácima, Alajuela, Costa Rica.

Los árboles


Reflexión
© Cira Arroyo Fuentes 07/09/2017 03:04 p.m.

Los árboles me atraen por su firmeza, estabilidad y su lucha por mantenerse siempre sanos y bellos, porque ellos, permaneciendo siempre en un sólo lugar y bien arraigados a la tierra para nutrirse de ella, soportan todas las tormentas buscando siempre sobrevivir lo mejor que puedan por un buen camino y aunque aveces se desvíen sus ramas, retoman su dirección correcta hacia la luz del cielo para llenarse de energía y renovarse .

Quiero ser como ellos ante Dios, pararme con firmeza sobre la roca, que es Cristo, así como lo están ellos sobre la tierra.

Como ellos aveces me desvío hacia otros lados, pero retomo a la dirección correcta también, porque sé que soy humana, imperfecta y cometo mis errores, pero no me quedo allí tirada ni derrotada, sino que me levanto con una fuerza mayor cada vez, que sólo la presencia de Dios me sabe dar, me renuevo y continúo mi camino con Él, que es el amor, la fuerza y el poder más grande que puedo tener por siempre.


La persona espontánea, sincera, transparente y humilde le incomoda a muchos


La persona espontánea, sincera, transparente y humilde le incomoda a muchos
© Cira Arroyo Fuentes 07/09/2017 01:46 p.m.

Cuando alguien es espontáneamente sincero, transparente y humilde en todo lo que hace, no le cae bien a muchas personas, debido a que a la mayoría les incomoda que les digan la verdad en la cara, con autoridad y seriedad, por lo que prefieren que se queden callados para que con tiempo les monten un teatro bien pensado o calculado, que por más arreglado que esté, no significa lo mismo porque tergiversan la verdad.

Otros prefieren decir y que les digan las verdades con palabras falsas, de doble sentido o en broma, para no sentirlas tan fuerte y entre bromas, chistes y risas se tiran duras pedradas unos a otros.

A quién de verdad es legítimo, le disgusta esa manera hipócrita de ser, prefiere hacer o decir de frente y al momento, en fresco, todo lo que siente, aunque moleste a muchos y tomen represarias como venganza para asustarle, al involucrarle o enredarle en confictos, pero aún así, quien es sincero, mantiene su autoridad con su firme personalidad, siendo transparente, sin hipocrecía, arriesgándose a quedarse solo, porque no concibe el desgaste mental y la pérdida de tiempo que tienen quienes maquinan o planean con mucho tiempo que decir y hacer siempre, de una forma totalmente calculadora e hipócrita, por no ser ellos mismos, tal como son, ni decir con verdad lo que sienten de forma directa y en el momento, ...que si lo dejan para decirlo después, muy bien planeado y arreglado a su favor, ya puede ser muy tarde.

viernes, 5 de enero de 2018

Escribiendo y escribiendo para reencontrarme

 Por Cira Arroyo Fuentes   05/01/2018   09:57 p.m.

     Hay momentos en mi vida en que me siento como si estuviera sumergida en una nube en la cual veo al mundo pasar alrededor y debajo de mi cuerpo, pero yo me encuentro estática y vacía, viviendo en esta nube, pero sin vivir a la vez.

Ahora estoy pasando un momento de esos, en el que no se si llorar o reír, en donde el desánimo me oscurece y me roba mi brillo.

No se si es soledad o dolor lo que siento, o ambos sentimientos, pero lo cierto es que me siento como si estuviera viviendo en el aire, escribiendo desde arriba, con mi espíritu muy lejos de mi cuerpo, porque no me siento plenamente unida.

Sé que estoy vacía, como perdida de nuevo, y necesito reencontrarme conmigo misma y con Dios, que es la  fortaleza que me unifica y me hace poner los pies sobre la tierra otra vez, para no seguir volando en mi mente, con el grave peligro de perderme en mis pensamientos, que en este momento están confusos, que no se siquiera a donde me llevan porque sólo me hacen sentir como que estoy flotando alto en el firmamento sin rumbo alguno.

Entro en este estado cuando mi corazón y todo mi ser está herido, cuando me lleno de estrés por darle muchas vueltas a los problemas que quiero buscarles una pronta solución, pero por mi sola me siento impotente si no puedo hallar la salida porque ahora mi cambio de ánimo y de vida no depende sólo de mi misma, sino de una fuerza exterior que me ciega y me agobia.

Si el construir mi vida dependiera sólo de mi, que fácil sería.

De hecho desde hace muchos años vengo edificando con Dios mi mundo, pero apenas pensé que estaba en el clímax, bien encaminada hacia una perfecta edificación personal o individual con Él, algo no me salió como yo lo había planeado y siento como si el mundo entero con sus pasiones y vanidades me cayera encima de nuevo porque a la vida real no la puedo inventar ni crear de la misma manera que hago escritos.

Es muy fácil inventarme una vida ficticia con todo a mi favor. Es muy fácil hablar y contestarme sola, y hasta creerme que estoy viviendo todo lo que he inventado en mis momentos de soledad dentro de mi aposento, pero la realidad es que el tanto soñar y crear tarde o temprano afecta mi vida real, porque no la vivo por estar sumergida ahora gastando mi tiempo, pensando en irreales vivencias que dentro de mi mente invento para consolarme y no caer en depresión por sentirme tan sola, situación que antes no me ocurría así, porque la presencia de Dios me llenaba por completo.

Lo peor de todo es que tanto invento que hasta la realidad pretendo inventar, pero esto no me es posible porque esta no sólo depende de mí, sino de otras personas también.

Lo bueno de escribir cuando me siento como ahora, es que en medio de pensamientos que casi se me pierden porque se me quieren escapar constantemente, voy con Dios reencontrándome de nuevo, volviendo poco a poco a unificar mi cuerpo con mi espíritu en un sólo lugar y no separados como cuando empecé a escribir.

Cuando mi vida y la de los míos tiene que dar un cambio drástico, me pongo en este estado, porque es como si se me moviera el piso al tener que tomar nuevas y prontas decisiones que me sacan del lugar de confort, pero para surgir y hacer reformas positivas en mi vida y provocar que surjan en la de los míos y otros, tengo que arriesgarme a hacer innovaciones que nos hacen madurar y vivir nuevas y frescas experiencias, para provocar en todos una metamorfosis en donde podamos crecer cada uno de forma individual con la ayuda de Dios para ser personas más independientes y mejores, porque sólo así seremos capaces de tolerarnos en amor e interactuar en conjunto de una manera saludable, sin relaciones de dependencia manipulativas y enfermizas que a lo único que conducen egoístamente es a provocar separaciones y conflictos por las confrontaciones de caracteres que cada uno tiene, debido a la fuerte personalidad que ha cada uno nos embarga, pero que siendo estas fuerzas de personalidad bien dirigidas por Dios, iremos poco a poco saliendo de la monotonía que por hace mucho tiempo nos ha venido agobiando y aburriendo por la lucha que hay en nuestras diversas maneras de ser.

Lo único que no he podido hacer desaparecer con tantas palabras elevadas y soñadas es la impotencia que siento de no poder fabricarme la vida que quiero, con quien quiero y esto me hace sentir débil y triste, porque el vacío de no saber lo que va a pasar en el futuro me agobia, debido a que no puedo ser adivina para saber si tendré lo que quiero o irremediablemente ya se me escapó de las manos para volar lejos de mi mundo y formar una vida aparte de la mía con otra persona.

Quiero escribiendo y escribiendo reencontrarme a mi misma para olvidar el momento en que el falso cupido se apareció en mi vida para herirme y hacerme sangrar por medio de mis lágrimas que me tienen casi seca, cuando estaba viviendo el mejor tiempo de mi vida con Dios, en un estado tranquilo, sosegado y sublime, en un momento en que por más que traté de cerrar puertas y me endurecí para no ser dañada, caí en la trampa de su flecha, que hasta ahora no me ha permitido vivir tranquila ni recuperar la paz espiritual y corporal que antes tenía.