Señor Dios, Padre mío y de todos aquellos que en libre albedrío escogieron seguirte y servirte porque te honran y buscan hacer tu Voluntad, te doy un gracias eterno porque dependo enteramente de ti, así como mis hijos porque sin ti nada somos y nada haríamos.
Sé que todo lo que he hecho en mi vida no lo he hecho yo sino tu.
Por eso constantemente tengo una oración escrita para ti y tu sabes que esta es la mejor forma que he encontrado para comunicarme contigo.
Descanso en ti y pongo en tus manos mi vida y la de mis hijos y sé que en tu tiempo y no en el mío tu estarás poniendo en orden todas las cosas en mi familia y en mi hogar y que a pesar de toda la negatividad y enredo que existe en este mundo gobernado por el engañador rey de las tienieblas que confunde a muchos, con tu luz te encargas de alumbrarnos el camino y de sacar a la luz todo mal en especial de mi vida y la de mis hijos para que estemos preparados para recibirte, seguirre y servirte.
Sé que con creces harás que el maligno te devuelva todos los momentos míos y de mis hijos que te ha robado para apartarlos de tí al mantenerlos bien ocupados y distraídos en las cosas del mundo; pero tú te encargas de rescatarlos, ponerlos en tu órbita y hacer que te sirvan con amor y por gracia.
No sé como vas a hacer todo esto; pero estoy segura de que lo harás y que en todos mis hijos estará vivo tu reino para poner en orden sus vidas.
El presente no me asusta porque no veo con los ojos del mundo sino con los tuyos, que siempre me dicen que todo está o estará bien, no se cuando, pero así será.
Lo único que sé es que tu cobertura está sobre mí y sobre mis hijos, y aunque el mundo esté cada vez más lejos de mí, es la señal de que tú me estás más cerca cada vez y contigo me basta porque teniéndote a tí lo tengo todo y sé que lo mismo harás con mis hijos.
No me asusta la tormenta porque sé que después viene la calma; pero si te pido que actúes y no permitas que mis hijos y yo pasemos por pruebas más fuertes de las que podamos soportar.
Mantén tu luz y tu libertad en mi vida y tráela a mis hijos también para que veamos el mal que nos ataca y poder así, con tu poder, en El Nombre de Jesús, echarlo fuera de nuestra vida.