miércoles, 4 de septiembre de 2019

¿Quién soy?

© Cira Arroyo Fuentes   24/09/2004   03:00 p.m.

     Soy una poeta, una palabra o una frase andante, un consejo, un bien, una intelectual, una soñadora;  pero lo que sea que soy, me siento orgullosa de serlo porque puedo libremente ser y dejar ser, sin agobiarme y sin agobiar, sin robar y sin dejar que me roben, sin dañar y sin dejar que me dañen.

Voy aceptando y esperando con fe las promesas de Dios, en las que Él me dice que todo aquel que con sinceridad trabaja por su obra, obtendrá fruto y en abundancia, en el momento de Dios y no en el mío.

Soy lo que escribo y escribo lo que soy, por eso muchas veces lo que escribo es controversial, pero es lo que me nace; sea que parezca cordura o locura, fantasía o realidad porque como de todo he vivido...de todo escribo, ... así como escribo también de lo espiritual y de lo carnal.

Es mentiroso quien se hace llamar hijo de Dios y no reconoce que ha vivido todo esto porque desde que somos parte espíritu y parte cuerpo, no podemos ignorar ni separar las vivencias de cada estado debido a que quien hace esto es un fariceo hipócrita, que no solamente trata de engañarse a sí mismo, sino a los demás y a Dios; pero Dios conoce la radiografía de todo nuestro ser espiritual y carnal, y sabe nuestra realidad.

Sólo escribo, con perfección o sin ella, y cada escrito tiene su propio mérito y su propio fruto.




¿Con quien me quedo o con quien me voy?

Socorro, socorro, me he quedado sola.

Gritaba Anastacia con desespero al ver que todos sus hijos la dejaban para emprender cada uno su vida independendiente.

—A quién voy a aconsejar ahora, con quién voy a hablar y hasta pelear. —Sin ellos mi vida no tiene sentido—...agregaba.

Nota: Este mensaje no lo he terminado aún.


martes, 3 de septiembre de 2019

Dios me dice quien soy y no el mundo

 © Cira Arroyo Fuentes   04/09/2019   12:03 a.m.

     Recorriendo lugares y hablando con muchas personas escucho tantos criterios diferentes acerca de la credibilidad, que si no estoy bien parada con Dios creyéndole sólo a Él, tantas vocecillas negativas e hipócritas pueden desalentarme porque la mayoría son usadas por el enemigo para buscar apagar la fe, el gozo y la luz que tengo.

Se denota que son personas que están al tanto de lo que hago con mi vida real como cibernética, aunque hacen parecer que me ignoran o ignoran lo que hago; pero apenas tienen oportunidad atacan y se esfuerzan por robar mi libertad, encarcelarme con sus complejos o llenarme de inseguridad, para hacerme titubear o dudar de mí y de lo que hago, por desvalorarme y exaltarse a sí mismas.

Que triste es que existan personas así, que no son capaces de brillar por ellas mismas y que siempre sientan la necesidad de aplastar a otros para buscar sobresalir.

Gracias a Dios y al carácter que Él me ha dado he podido salir adelante manteniendo un sentido de credibilidad muy fuerte en todo lo que hago porque sé que piso con firmeza y verdad en cada paso que doy, aunque constantemente haya quienes buscan siempre moverme el piso para que me caiga, pero grande es Dios que me mantiene en pie, esquivando con sabiduría, positivismo y un buen sentido del humor, a toda piedra de tropiezo que se me atraviesa, desligándome o desapegándome continuamente de todo lo que busca bajar mi auto estima o traerme negatividad.

La credibilidad y seriedad que tengo para soñar, crear o inventar es muy fuerte, y tal parece que algunos se confunden, al ver que en vivo y a todo color soy un puro vacilón, pero en realidad cuando en la intimidad de mi aposento, que es impenetrable por el mundo, me pongo a meditar e inventar, lo hago en serio y busco dar todo, lo mejor de mí.

Nací para ser original, crear y no copiar a nadie, y no me gusta que otros quieran imponerme sus pensamientos ni sus vidas porque amo darle vida a los míos, sacarles el jugo y saborearlos porque me saben más ricos, al edificar poco a poco mi propia vida con la ayuda de Dios.

Lo cierto es que las apariencias engañan y no todo lo que vemos u otros ven en nosotros es lo que es, porque en realidad somos lo que vivimos en nuestro aposento, en nuestra intimidad espiritual, que es donde radica nuestra verdadera personalidad y riqueza debido a que lo que los demás ven por fuera son muchos escenarios con muchos actores que actúan en el mundo al mejor postor porque los que son del mundo actúan como lobos buscando atrapar presas y los que son de Dios actúan como pastores o como ovejas y sólo buscan con sabiduría huir con Cristo para no ser atrapados en este juego de la vida tan engañoso, tan ambiciosamente materialista, aventurero y lleno de placeres mundanos que es sumamente manipulado por el poder del mal, del que sólo Dios puede librarnos.




Pensamientos cortos

1- No persigo al dinero, sólo ahorro, pero él me persigue a mí, y las bendiciones son muchas aunque le huyo.
©Cira Arroyo Fuentes   03/09/2019   09:07 a.m.

2- Si sabes que si te complicas, te enfermas. ¿Para qué te complicas?
© Cira Arroyo Fuentes   03/09/2019   10:01 a.m.

3- Hay quienes parecen tenerlo todo y no tienen nada, y quienes parecen no tener nada y lo tienen todo.
© Cira Arroyo Fuentes   06/2003.

4- Hombre incrédulo, no te enseñorees ante el mundo ni seas un obstáculo para que Dios trabaje en él.
© Cira Arroyo Fuentes   06/2003.

5- Es mejor morir con hambre sin hacerle daño a nadie, que morir lleno habiendo arruinado la vida de muchos.
© Cira Arroyo Fuentes   06/2003.

miércoles, 28 de agosto de 2019

Provoca que sucedan cosas

Por Cira Arroyo Fuentes   28/08/2019   08:51 p.m.

Nunca olvides que la vida es un sueño y tú eres quien provocas que las cosas sucedan, por eso, si sientes que estás cayendo en un estado robótico o momimizado en vida, que no tienes deseos de hacer nada, apresúrate a moverte de inmediato para ponerte en acción para que hagas que pase algo.


lunes, 22 de julio de 2019

Hijos humildes son hijos felices

 ©  Cira Arroyo Fuentes 05/10/2004

     Si quieres que tus hijos sean felices, sin orgullo, complejos y limitaciones que trae el materialismo del mundo, lo mejor es enseñarlos a ser humildes, amar y respetar a Dios y acostumbrarlos a todo desde que están pequeños y a relacionarse con todos por igual.

Debes enseñarles a usar todo medio de transporte: Tren, bus, moto, bicicleta, auto, caballo, burro, ... en fin, lo que sea y a que caminen también.

Has que aprendan a comer, vestirse y usar de todo. Que estudien y aprendan vocaciones diferentes y que trabajen desarrollando su propio arte y sus dones.

Si los educas así serán personas sin límites, sociales y muy seguras de sí mismas, capaces de ser felices y vivir en todo ambiente.

La felicidad no depende en tener o no tener

© Cira Arroyo Fuentes   01/10/2004   03:00 p.m.

     En la vida hoy tienes, mañana no sabes si tienes, por eso se sabio, no te enfermes por lo material que hoy tienes y que ayer no tuviste, ni tampoco sufras por lo que hoy no tienes ni sabes si tendrás.

Ese juego de tener y no tener hay que saberlo llevar porque no tenemos que pasarnos la vida sufriendo por cosas que no podemos tener hoy, ni tampoco estar estresado o con miedo de perder lo que ya tenemos porque al final de todo, ni siquiera somos dueños de nuestro propio cuerpo, que vino de nada o del polvo y a la nada o al polvo volverá.

Hoy tienes, mañana no, ... hoy no tienes, mañana sí.

Independientemente de cualquiera que sea tu posición vive feliz e intensamente porque el sólo hecho de vivir es tu mayor premio, tu mayor alegría y tu mayor tesoro, debido a que precisamente VIVIR es lo que te permite disfrutar de este paraíso que Dios creó para ti.

No seas negativo ni amargado viendo sólo lo malo o inventándolo.

Se positivo y mira lo bueno: el cielo, las estrellas, la naturaleza, los animales, las personas y a ti mismo. Todos viven y vives porque Dios creó todo como mucho amor.

No mires lo malo, eso deshéchalo. Mira lo bueno y lucha por ello porque esta constancia y perseverancia en hacer que todo lo bueno permanezca en orden, limpiando y purificando tu casa y tu vida, es lo que te hace sentir satisfecho.

La felicidad es una decisión que no depende en tener o no tener, sino en ser, vivir y disfrutar de todo lo que Dios ya nos ha dado, sea mucho o poco, pero plenamente.