Me pregunto cómo hace una persona para vivir y convivir con alguien de quien no está enamorada porque debe ser una eterna pesadilla el tener que acostarse, tener relaciones sexuales y convivir o compartir en todo momento con alguien a quien no se ama ni se siente placer, ni deseo, ni comodidad o gusto de estar con ella sino por el contrario asco y repugnancia.
Me pregunto cómo puede sentirse esa persona y en donde está su autoestima para soportar estar viviendo así porque debe tener un profundo vacío en su ser al tener que entregarse íntimamente a su pareja sin quererla o amarla y tener que fingir lo que no siente.
Hasta que punto se auto encarcela, se auto aniquila en vida y se permite perder su libertad de decidir que vida vivir y seguir está persona por guardar las apariencias y engañar a su pareja y a la sociedad porque en definitiva a Dios jamás podrá engañarlo ni tampoco a la persona que tiene a su lado, que finge también creerle lo que no cree y sabe que no existe porque en el fondo sabe que su pareja no le ama; pero se conforma calladamente con migajas llenas de falsedad.
Me pregunto cómo hacen ambos para vivir en esta rutina de mentira, como sumerjidos en un hueco en que los dos o uno de los dos, o sea la víctima que si ama, se conforma con vivir en esa situación de por vida, sabiendo siempre que no es correspondido y que lo que recibe de su pareja es totalmente fingido o falso y peor aún cuando ninguno de los siente verdadero amor por el otro y saben que están actuando y viviendo una completa y falsa relación.
Me pregunto cómo se sienten por dentro estas personas, y cuán obstinadas y vacías deben ser sus vidas.
Me pregunto que tan fuerte es el temor de cada una de estas personas de confrontar la vida cada uno solo por su lado, que los hace soportar vivir una vida sin vivir plenamente poniendo todo su corazón, su mente y su ser honestamente en ello o en otras palabras vivir en un infierno en vida.
Un infierno en vida en el cuál les surjen un montón de enfermedades físicas y espirituales por no atreverse a ser sinceros con su pareja, con Dios, consigo mismos y con la sociedad o mundo que les rodea. Un montón de enfermedades que nacen del desamor, de la tristeza, de la insatisfacción, de la obstinación y de la peor soledad, que es esa que siente la persona aún estando físicamente acompañada por una pareja y muchas personas, que por más que reciba de su compañía, a su corazón, a su cuerpo y a todo su ser no le llena ni le satisface porque no está interviniendo el amor verdadero ni en la relación con su pareja ni con las demás personas con las que se rodea.
Me pregunto cómo pueden patinar en un vaivén sin salida, en un camino vacío en el cuál juntos con su falsedad crean un hoyo cada vez más grande en el cuál sólo se entierran, del cuál se les hace imposible salirse aunque sientan que se ahogan en ese mundo de mentira que se han creado, en el que están como encarceladas y que cobardemente soportan aunque sientan que están viviendo sumergidas en el mismo infierno que con sus mentiras crearon.
Me pregunto cómo hacen estas personas para vivir así por no sincerarse consigo mismas, con su pareja, con el mundo que las rodea y en especial con Dios.
En conclusión, me pregunto todo esto, debido a que yo jamás puedo vivir así porque prefiero ser sincera conmigo misma, con una pareja, con el mundo y con Dios, y vivir sola, libre y en paz; que engañar a otra persona, engañarme a mí misma, al mundo y a Dios porque sólo siendo sincera puedo abrir mis brazos sin reservas a mi vida futura o a la vida que me falta por vivir porque quiero disfrutarla al máximo, en libertad y en paz con Dios en cada momento nuevo que Dios me regala para vivir más, siendo yo misma, sin tener hipócritamente que fingir nada, y esta vida que llevo sólo la cambiaría, si Dios me pusiera al frente a una pareja a la que ame de verdad y que me ame también; pero si no es así, jamás voy a tener a una pareja sólo por salir del paso o no estar sola, o porque el mundo o la gente vea que ya tengo una pareja. Prefiero ser sincera y seguir viviendo sola con Dios hasta el último momento de mi vida.
