Autora ©️ Cira Arroyo Fuentes, 7:57 p.m.
El ser humano siempre se inventa cosas para querer ser más o brillar más que los demás y la verdad es que todos somos cuerpos con huesos y carne qué al morir seremos polvo nada más y lo único importante es la humildad del Espíritu de Dios al que le permitimos vivir en nosotros.
Muchas personas quieren tanto marcar la diferencia ante otras y ser tan sofisticadas en su forma de hablar y de comportarse para que las volteen a ver, que lo único que consiguen es enredarse, perder su identidad natural, mostrarse falsas o fingidas y al final ya no saben ni quienes eran o son.
Recuerdo que cuando joven los y las jóvenes más cursis o qué jugaban de ser muy importantes o disque de alta sociedad o ("suciedad"), que se creían más que otros, hablaban como si tuvieran una semilla de mamón en su boca porque como querían ser diferentes, hablaban como enredado y con acentitos para sobresalir para que así muchos creyeran qué eran extranjeros o muy importantes o qué hablaban Inglés u otro idioma y que por eso hablaban con dificultad el Español.
Ahora está de moda entre los jóvenes hasta mayores de tratarse de mae porque los disque riquillos se tratan así.
También los/as jóvenes les dicen perro/as a sus amistades.
La palabra idiota es un adorno para ellos.
Muchos quieren demostrar ser de la alta sociedad y lo que dá es lástima de ver como son como monigotes sin personalidad propia, con cero humildad porque creen que el dinero, poder y fama lo cubren todo; pero lo cierto es que "no todo lo que brilla es oro" y detrás de muchos brillos o de muchas personas que se afanan por brillar hay mucha tela que cortar o mucha corrupción, mentira y suciedad.
Estos mensajes que buscan que unas personas usen palabras diferentes o formas de comportarse disque distintas para que resalten sobre otras, sólo causan divisiones y personas notablemente inseguras y falsas.
Las personas deben sentirse importantes así tal como son y usar al hablar las palabras con las que se sientan bien, con las que se sientan que son ellas mismas al natural y no dejarse manipular por pensamientos o palabras impuestas por otros disque para que se sientan más, o más importantes o resalten sobre los demás.
Usar sinónimos es bueno como para cambiar y enriquecer nuestro vocabulario; pero jamás usar ciertas palabras para creerse más que otros porque todos somos iguales ante Dios.
En conclusión, a la gente fingida se le nota y a la gente fingida que lucha para que no se le note, se le nota más; por eso, para que se complican dejándose manipular por otros que quieren que todos sean a su manera, háganse la vida fácil y sean naturalmente ustedes mismos.
