Escribir para mí es un arte que me desahoga, me da paz y me nutre

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Por Cira Arroyo Fuentes

29/4/2023 2:26 pm

     Escribir para mí es un arte que me nutre y me da paz en el momento o después cuando vuelvo a leer lo que escribí y un arte que me desahoga al no callarme nada porque hay muchas personas que les encanta decirle la verdad o la mentira, según su conveniencia en la cara a los demás; pero no les gusta que les digan en la cara las verdades a ellas y tienen cada manía que da miedo porque se confabulan o acuerpan con otros para atacarnos en manada por hacernos daño.

No tenemos que callarnos sólo para que otros vivan porque este mundo es de todos y todos merecemos vivir y hablar lo que pensamos, opinamos y necesitamos en las diferentes situaciones que se nos presentan, a las que tenemos que enfrentar y aclarar con personas durante nuestra vida y no sólo bajarles la cabeza con gran  humillación.

Ese cuento o frase lava cerebro que se ha propagado siempre de generación en generación, que usualmente usaron y usan los que quieren callar o matar en vida a otros que dice: "Que calladito uno es más bonito/a", es una arma estratégica de los que sólo quieren ser y surgir ellos y no dejar ser ni surgir a lo a otros para mantenerles siempre pisoteados debajo de su zapato.

Debemos de ser sabios para hablar en fresquito, cuando nos conviene y callar cuando nos conviene también; pero jamás permitirle a los manipuladores ensimismados, de los que muchos gustan dañar a los demás para sacar ventaja o sentirse superiores que nos callen para que no nos desahoguemos ni expresemos lo que sentimos diciendo las verdades a otros en la cara, así como acostumbran hacerlo ellos.

Recordemos que Ante Dios, por medio de Jesucristo todos somos iguales y tenemos el mismo rango, por eso no debemos sentirnos ni más, ni menos que nadie, sino iguales y por eso no debemos dejarnos pisotear por nadie ni pisotear a nadie tampoco, sino que todos debemos tratarnos con respeto y hermandad como a iguales.

Todos merecemos defender nuestros derechos como hijos de Dios que somos: hablar cuando tenemos que hablar y callar cuando discernimos que es mejor callar, en otras palabras expresar nuestro sentir cuando necesitamos desahogarnos, defendernos o decir verdades para no guardar ningún peso que nos agobie o enferme y callar cuando está en latente peligro nuestra vida y la de otros; pero aún así buscar alguna forma de desahogarnos para sacar todo eso que queremos decir o expresar de dentro de nosotros sea mediante un arte o algo porque si lo guardamos y lo dejamos dentro de nosotros nos podemos enfermar y hasta morir por cargar tanto peso.

Dios nos da la sabiduría para sobrellevar las situaciones o problemas que se nos presentan en nuestra vida de la mejor manera porque son muchísimos los casos de manipulación que se dan, en donde los manipuladores son unos matones que son gallos finos y gallinas finas muy estudiadas, o con dinero o poder, que aprovechan su título y su trabajo para atemorizar a otros y hacerlos como se les antoja.

También pueden ser unos cobardes que se acuerpan con amistades muy pudientes y estudiadas; pero corruptas, que no les tiembla la mano para hacer maldades porque atacando en masa a sus víctimas o sobre quienes quieren mantener su superioridad, conseguirán acorralarlas para que hagan lo que ellos quieren.

En estos casos es mejor callar y actuar antes de que el manipulador se cargue de municiones para atacarnos.