Poema escrito por Cira Arroyo Fuentes 04/20/98 11:40 p.m.
Fui una niña que creció siempre en el campo
que ríos, arroyos y fuentes pude ver
para sumergirme entre sus frescas aguas
siendo agua dentro del agua a la vez.
En rocas grandes y pequeñas yo posé
variadas rocas alrededor del agua
y mucha agua alrededor de las rocas
bien unidas ayudando unas a las otras.
Agua lavando, roca purificando
luchando muy juntas en un largo trecho
por conseguir un lugar para reposar
y por un rato estar en un precioso lecho.
Vi las aguas que regaban los sembrados
para hacer producir frutos numerosos
nacía del cielo y serpenteaba por tierra
su rocío en verdes campos fue virtuoso.
Como arroyo y fuente, así es mi claro origen
al lado de mi nombre están incrustados
yo procuro con orgullo bien llevarlos
ser como ellos cuando voy a todos lados.
Quiero así de ellos ser merecedora
porque bien me adornan por fuera y por dentro
sé que estoy bañada con mucha pureza
y tengo que luchar por ser nítida adentro.
Soy agua clara, por eso soy sincera
y la roca es base que me hace renacer
porque es el filtro que extermina impurezas
que buscan por maldad contaminar mi ser.
Soy una niña que creció siempre en el campo
que con gran astucia pudo esa agua absorber
para traerla pura hasta la gran ciudad
y combatir los fuegos, hacerlos yacer.
Soy una niña que creció siempre en el campo
esa soy yo.
Nota: Escribí este profundo poema cuando vivía en Miami, Fla, USA, en un tiempo en que viví en un ambiente a mi alrededor que luchaba por cambiar las raíces o la esencia original de mi ser, de todo lo que Dios, mis padres, abuelos, familiares y amistades me habían enseñado cuando crecí con ellos en Costa Rica, mi país natal, y de lo bueno que mis ancestros me dejaron y de como Dios fue primordial en sus vidas también.
Gracias a Dios, aunque tuve mis caídas, pude levantarme y agarrarme muy fuerte de la mano de Él y no permitió que el liberalismo del mundo moderno me cambiara y me consumiera a su manera.
Esta es la razón por la que lucho cada instante de mi vida para que todas las personas busquen del Verdadero Dios Viviente o Simiente de Vida que es Jesucristo, tempranamente en su vida y lo acepten en su corazón como a su Salvador Personal para que se dejen guiar por Él, ya que estando siempre en comunión con Dios, no importa el lugar en el mundo, ni el tiempo en que estemos viviendo, porque si permanecemos con El Espíritu Santo de Dios vivo en nosotros por medio de Jesús, y nosotros en Él, llevaremos nuestra vida por el camino que Él, que es EL GRAN YO SOY, nos va trazando y no el que errónea e inseguramente nos busca trazar nuestro viejo y propio yo que se la pasa siempre sólo dejándose llevar por sus propios sentimientos y deseos o los del cambiante mundo moderno y corrupto de hoy, pero si Cristo vive en nosotros podremos salir ilesos de dondequiera que estemos.
Este poema describe muy claramente el firme propósito que tuve en esa época que viví en que pasé por muchas pruebas, en las que el carácter firme de Dios me tomó fuertemente para que no me dejara arrastrar por la corriente del mundo y no permitiera que nada ni nadie me robara la esencia de mi ser. La roca de la que les hablo es Dios que es la que limpia, que purifica al agua, porque Él con sus ríos de agua viva me limpiaba constantemente para impedir que el mal me dañara. Asimismo de los fuegos que les habló son el ambiente lleno de orgullo, rebeldía y pasiones mundanas que buscan siempre consumir a todos, pero si estamos fuertemente tomados de la mano de Dios no lo pueden lograr.
Sé que así como Dios me libró con su propósito en ese tiempo, lo hace hoy y lo seguirá haciendo por el resto de mi vida, pero tengo que seguir siendo una mujer humilde y someterme siempre a su voluntad para continuar recibiendo tanto su protección como sus bendiciones, porque sólo llevando una vida conforme a su voluntad es que podré llegar hasta el final de mi vida SIENDO UNA NIÑA QUE CRECIÓ SIEMPRE EN EL CAMPO, ya que sólo con corazón de niña humilde, gozosa, y llena de paz y amor verdadero podré entrar y ser parte para siempre del REINO ETERNO DE DIOS.
Bibliografía: Me gusta respaldar lo que escribo con un versículo bíblico y estos que les comparto son unos con los que más me identifico en todo lo que hago, que son los que me hacen en todo momento de mi vida buscar ser una niña para Dios luchando siempre por menguar mi ser para permitirle a Él cada vez más crecer en mí, ya que así como los niños son obedientes con sus padres, asimismo quiero como niña ser obediente con Papá Dios, que es MI PADRE ESPIRITUAL porque en La Biblia Dios nos dice esto:
Lucas 18:17
17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Salmos 23:1
23 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
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