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Escrito por Cira Arroyo Fuentes 26/03/2015 09:13 p.m.
Dios para que te esfuerces te aprieta pero no te ahoga y siendo una persona ordenada que invierte en lo que más urge primero y deja para después lo que se puede hacer más adelante, aunque no tengas mucho dinero ni recursos podrás poco a poco y con paciencia ir logrando tus metas, porque todas las cosas tienen su tiempo y todo bajo el cielo su momento.
Si en el transcurso de tu vida vas con inteligencia haciendo uso de las oportunidades que gratis o a bajo costo puedes adquirir mediante compañías de seguros, que te cubrirán problemas sea casi inmediatos o futuros, cuando estos se te presenten tú no tienes que sacrificarte por sacar grandes sumas de dinero de tu bolsillo, sino que esas compañías lo pagan por ti.
Lo único que tienes que hacer es ser una persona ahorrativa, ordenada y saber invertir en lo que realmente vale la pena que después te librará de muchos dolores de cabeza que te pueden costar mucho dinero o "costar un ojo de la cara", como decimos los ticos.
Dios nos provee de lo que necesitamos siempre y sabe cuál es nuestro verdadero estado y conoce que podemos hacer y que no según el estado de salud mental y físico de nuestro cuerpo, pero lamentablemente nosotros por no saber pensar hay momentos en nuestra vida en que utilizamos los recursos que Él nos da erróneamente no para resolver los problemas que se nos van presentando y darle prioridad a los que tienen más emergencia, sino que lo usamos en cosas sin importancia como lujos y actividades sin sentido que en lugar de dejarnos algo de provecho nos destruyen, o los invertimos en resolver lo que no está urgiendo en lugar de mantener viva nuestra sabiduría con Dios e ir solucionando a todos nuestros problemas en orden de prioridad, pero una falla en nuestra toma de decisiones nos puede causar grandes problemas a corto o largo tiempo.
El saber dirigir nuestros recursos hacia lo más importante nos ahorra muchos problemas más, enfermedades y dinero también, porque algo que pudimos haberlo resuelto en el momento preciso en que se sucitó en ese entonces que era de poco costo, con el tiempo se agrava y nos cuesta mucho más solucionarlo, si es que aún tiene solución.
Cuando esto sucede Dios toma la decisión de ponerte las cosas más difíciles no para procurarte mal, sino por tu propio bien, para que aprendas a valorar lo que tienes y a invertirlo en lo que de verdad necesitas. El saber resolver los problemas en el momento apropiado requiere de mucha sabiduría, porque aunque no lo creas hay conflictos que es mejor dejarlos así como se quedaron y no tocarlos, porque el tiempo será el que los resuelva cuando se haya enfriado un poco la cosa, pero hay otros problemas que se deben resolver en caliente y al momento, porque si se dejan para después será muy difícil solucionarlos o no tienen solución del todo.
Hay un libro en Inglés que solía leerle a mis hijas cuando estaban pequeñas que se titula "Moosey Saves Money", que tanto a mis hijas como a mí nos dejó una gran lección porque nos aconseja a todos que es muy bueno ahorrar dinero, pero que cuando hay que gastarlo hay que hacerlo y punto, pero buscar solucionar los problemas a tiempo, uno a uno, conforme al orden en que se van presentando, porque si no los resolvemos por no gastar y nos hacemos los locos en un abrir y cerrar de ojos un problema puede causar otro y el otro otro y así en cadena se nos pueden juntar todos y convertirse en una verdadera pesadilla para nuestra vida.
Recuerda que nunca debes de perder la fe en Dios, porque aún con tus equivocaciones, con tus errores al pensar y cuánto enredo cometas en tu vida, Él siempre te ayudará a encontrar una salida para todos tus problemas y aún estando sumergido en la peor oscuridad, Él estará cuidando de ti y ayudántote a encontrar una salida, porque después de la oscuridad llega la calma, pero eso sí, nunca por más enredado que estés debes soltarte de su mano, porque si lo haces, entonces si que estarás fuera de su amparo y a menester de lo que el maligno pueda hacerte.
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