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Escrito por Cira Arroyo Fuentes 10/04/2015 01:42 p.m.
Nota: Recuerda siempre que la caridad y el amor empieza por casa, porque de nada te vale ser caritativo, colaborador y amoroso con todo el mundo fuera de tu hogar, si te avergüenzas de los que viven contigo y los tratas con odio, desprecio y no colaboras en nada con ellos.
Si eres así, "DE NADA TE VALE SER CLARIDAD PARA LA CALLE, SI PARA TU CASA ERES SÓLO OBSCURIDAD". Y no digo con esto que no debes preocuparte por el mundo, porque si debes hacerlo, pero primero empieza a interesarte por los tuyos y verás como te será más fácil al ser un miembro ejemplar en tu techo primero el poder dar luego tu aporte a todos los demás.
—Las personas pasan varias etapas en su vida en las que deberían de razonar, dando y siendo agradecidos con quienes más los apoyan y ayudan, que son las que más se lo merecen, como son sus padres, abuelos, hermanos(as) y familiares y no con gente particular que quizás sólo los buscan por interés. Hay que tener cuidado porque existe mucha gente en la calle a la que sólo le gusta obtener las cosas fácilmente, que es muy ambiciosa, materialista y si ven que alguien maneja buena plata sea porque se lo dan en la casa o porque ya tiene un buen trabajo y está ganando buen dinero, sólo andan detrás de ellos viendo de que manera le sacan lo que pueden y si le hayan la cara de tonto(a) a una persona en cualquier edad de su vida, se le montan, lo cogen como conejillo de indias para quitarles todo, pero cuando ya los han exprimido y ven que ya no tienen nada "Si te vi, ni me acuerdo".
De estas etapas les voy a citar dos: primero les voy a hablar de la etapa que hay en la niñez y juventud en las que las personas mayores o tutores les dan todo a los niños(as) y jóvenes sin esperar recibir nada a cambio de ellos, pero cuando empiezan a crecer, conforme a su edad se les deben ir pidiendo que colaboren, pero si los mayores van viendo que estas personas teniendo buena fuerza para colaborar y dinero porque ya están trabajando, son claridad para la calle y obscuridad para la casa tampoco pueden pasarse toda la vida haciendo el papel de tontos(as) dándoles todo de gratis, mientras ven como botan el dinero en otras personas y que a ellos los pueden ver en necesidad, pasando apuros y no los ayudan, ni les dan nada.
Esto sucede en muchos hogares en donde muchos trabajan y viven bajo el mismo techo, en donde los niños ya han crecido bastante y se han convertido en jóvenes grandes y fuertes que trabajan y apenas reciben su salario no les nace para nada dar algo de dinero a la casa, pero si inventan mal invertirlo en cantidad de tonterías y nos les duele gastarlo en personas de la calle que apenas los ven con plata en mano o calculan que ya recibieron su paga, se las ingenian para sacarle la plata, los dejan sin nada, pero si en la casa les dicen que colaboren con algún gasto siempre sacan galillo, se hacen los bravos y dicen que la plata no les alcanza y que no tienen.
También se ve a montones a gran cantidad de fortachones que en la calle ayudan a Raymundo y medio mundo, pero si les piden que colaboren en sus casas, siempre inventan cualquier pretexto para no ayudar en nada.
Hay otra segunda etapa en la edad adulta o vejez que se da en demasía cuando se ve como estas personas les dejan sus herencias a cualquier particular, al hogar de ancianos u otras organizaciones y no le dan nada a sus familiares o las personas que los cuidan al final de su vida sea por enfermedad o por vejez, cuando ya no pueden valerse por sí solos. Esta actitud para mí es inaudita porque no hay que ser interesado pero tampoco tan bobo, perdónenme mi sinceridad, porque no es justo que otros se llenen el bolsillo sin hacer nada y que una persona humilde que apenas le alcanza para vivir venga a incurrir en tantos gastos y trabajo en personas así tan egoístas y testarudas que por no saber pensar, o por no querer dejarle nada a sus familiares necesitados, corren a repartir su herencia a gente que no tienen nada que ver con ellos.
Considero que no es justo esta actitud porque toda persona debe guardarse una reserva para la persona que va a cuidar de ella en sus últimos días de vida y que ese dinero o esos bienes sean dados de verdad a quién corresponde y no a una persona(s) que no hacen nada por ella.
Si se va a cuidar a una persona por caridad, porque se sabe que es alguien que de verdad no tiene recursos es una cosa, pero cuidar a quién tiene pero que no quiere darte nada o prefiere darlo a otros es otra situación muy distinta.
Por eso hay que ser justo en la actitud que tengamos y tener sabiduría para dar a cada quién lo que le corresponda sea poco o mucho lo que se tenga, pero repartir todo justamente.
Incluidos en esta segunda etapa está la gente que se la pasa trabajando toda su vida y no se dan ningún lujo, ni comen lo que se antojan por no gastar, sólo por su afán de ver crecer su cuenta bancaria cada vez más para ser cada día más ricos, quizás son unos pinches que siempre le negaron muchas cosas a su cónyuge, hijos y familia, viviendo siempre como pobres, pudiendo haber disfrutado juntos de una mejor vida y pasan los años, los hijos se les casan y se les muere su pareja. Entonces ya viejo(as) se hacen de otra pareja para no estar solos y aveces hasta con hijos, y a esta otra familia si le dan todo, o se lo quitan cuando se mueren y dejan a sus verdaderos hijos sin nada. También está el caso de los que después de muchos años de matrimonio se separan o se divorcian cuando ya han acumulado una gran fortuna entre todos, pero uno de ellos se queda con todo y se casa o se junta de nuevo y la nueva familia que no ha hecho ni se ha esforzado en absolutamente nada es la que se queda con el dinero y los bienes o sea es la que se come el pastel final.
Es por estos hechos tan injustos que las personas que cuidan a los enfermos no deberían de ser tan suaves, sino tener más mano dura, para que las personas que se quedan con la el dinero y bienes del enfermo sean de verdad los que asuman la responsabilidad de verlos y que no se queden con todo así de fácil y de gratis, mientras otros, sólo por su buen corazón se echan la carga sin recibir nada a cambio.
Si estas personas adineradas son tan injustas y son claridad para la calle, pero obscuridad para la casa, hay que hablarles para que razonen y vean bien lo que van a hacer y actúen con justicia y agradecimiento para con aquellos que si los van a cuidar hasta el final.
Y volviendo a la primera etapa en que les hablé acerca de los jóvenes y adultos hay que hacerlos comprender que si todos viven bajo un mismo techo, todos tienen la obligación de ayudar sea con esfuerzo físico haciendo y resolviendo labores y problemas en el hogar o colaborando al aportar para suplir los gastos de la casa.
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