Escrito por © Cira Arroyo Fuentes 07/07/2015 08:34 p.m.
Cuando estamos en medio de un grupo de personas, aunque nunca las hayamos visto sabemos donde habita El Espíritu Santo de Dios, ya que conocemos quién es hijo de Dios por sus frutos y que es La Simiente de Vida, que es Jesús, quién saca la cara en todo lo que estas personas hacen y hacemos nosotros y es así como Él da a conocer su presencia.
Si de algo podemos tener plena seguridad en esta vida, es de que Dios siempre mora en nosotros, por medio de su hijo Jesucristo, por eso debemos y tenemos que ser siempre obedientes con Él, porque las personas nos fallan, pero Él no y hasta el final de nuestra vida está con nosotros para ayudarnos a cruzar exitosamente de esta vida a la venidera en el cielo, porque sólo Él es el único que tiene autoridad dada por Dios para hacerlo.
Él es la única puerta estrecha que hay para que podamos ir a donde papá Dios y eso es lo que todos tenemos que saber y entender, para que el maligno no nos engañe poniéndonos otras falsas puertas que sólo conducen al infierno.
Si nosotros oramos a alguien y no nos sentimos libres, sanos y pensamos siempre que estamos nerviosos, vacíos y nos falta algo, es porque no estamos orando correctamente como debe de ser, que es al Padre en el nombre de Jesús por medio del Poder de su Santo Espíritu, porque quién ora pidiendo la presencia del Poder del Espíritu Santo de Dios se siente seguro, pleno, lleno de amor y en paz, con todos los frutos que sólo El Espíritu Santo sabe dar y por sobre todo con libertad, sanidad, y nada le falta.
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