15- BASA TU AUTOESTIMA EN QUIÉN ERES ANTE DIOS Y NADA MÁS

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Escrito por © Cira Arroyo Fuentes 10:32 a.m.

Tú no puedes basar tu autoestima en el dinero, poder, fama, título(s) y trabajo que tengas, porque si llegase el día en que por alguna razón perdieras todo y que ya no pudieras trabajar por más títulos que tengas te sentirías que no eres ni vales nada y eso no es así.

Tampoco puedes basarla en la sombra de alguien de buena posición, con buen título, dinero, poder, fama y buen trabajo que esa persona tenga para que te cubra porque eso también en cualquier momento lo puedes perder.

Debes de saber que vales y punto por lo que eres ante Dios, sea que estés o no cubierto con una buena sombra, que recibas o no dinero a cambio de lo que das o haces y lo que importa es como te sientes tú al hacer las cosas, sea mucho o poco lo que puedas realizar, es lo que sientes, es si experimentas gran satisfacción y felicidad al SER TU MISMO CON DIOS lo que importa, porque de lo que sientan los demás nunca tendrás garantía ya que el mundo es impredecible, una caja de sorpresas de la que nunca sabes cuál va a ser su reacción ante lo que le das o trasmites, por eso lo que te debe interesar de verdad es tu sentir y el de tu Creador.

Tu amor propio debe estar basado en quién eres ante El Altísimo, porque tienes que saber que si eres su hijo y fuiste hecho por Él desde que estabas en el vientre o las entrañas de tu madre, sólo por ese hecho eres la persona más importante para Dios en tu mundo y relación con Él.

Esto es lo que toda persona debe saber, que sea cuál sea su posición social y haga lo que haga, si realiza un trabajo honesto con el cuál lleva el pan (en todo el sentido de la palabra) a su casa ante Dios tiene el mismo valor que otros. De igual manera si ya una persona por motivo de enfermedad ya no puede trabajar debe tener una alta autoestima, porque Dios quién todo lo ve se da cuenta del estado en que está y le valora tanto como a los demás.

Todos con el paso de los años vamos perdiendo habilidades y nuestro cuerpo va cambiando, pero no por esto hemos de pensar que valemos menos que los jóvenes o de todos aquellos (as) que si pueden trabajar, porque no es así, debido a que también hay muchos que desde niños o muy jóvenes se enferman y tienen discapacidades, pero valen igual ante Dios tanto los que trabajan porque pueden como los que no lo hacen porque tienen alguna discapacidad o enfermedad.

Hay muchas personas que constantemente están buscando bajarles la autoestima a los otros, y se ponen ellas como en el cielo, como los de mejor salud, los más fuertes, los más poderosos, que nunca se enferman, rajando en sobremanera con lo que son y tienen. Se llenan la boca con eso, se paran erguidos y sacan pecho para que todos los vean a ellos(as) como super hombres o super mujeres con buenos ojos, para que los admiren, para así al mismo tiempo deleitarse al ver que todos ven con desdén o desprecio a los más humildes que por motivo de alguna enfermedad o discapacidad no pueden llevar una vida igual.

Actúan así porque sienten que al subirse ellas ponen en estado de baja a todos los demás, pero con su actitud, lo único que hacen denotar ante las personas que están dotadas de gran sabiduría es que tienen una gran inseguridad y muy baja autoestima, porque no están brillando con brillo propio, sino con el brillo del dinero, poder, fama o títulos que tengan Y ESA NO ES LA VERDADERA AUTOESTIMA QUE DIOS QUIERE QUE ELLOS TENGAN.

Lamentablemente estas personas nunca han experimentado un renacer, un revestimiento, un cambio de alas como el águila, porque siempre han caminado por la vida con las alas que le han puesto otros o con las que se han puesto ellos mismos, pero de forma ilegal, pero no le han permitido a Cristo que les fabrique unas nuevas alas para volar por sí mismos, con vuelo propio, extrayendo al máximo sus dones y talentos. Sus alas no les han brotado desde su interior porque por la dureza de sus corazones se hicieron conformistas y por haber nacido en cuna de oro sólo se conformaron con guardar en un camarín lo que les dieron otros que es lo que les da la falsa autoestima y falsa seguridad, pero no se atrevieron nunca a hacerse por si mismos con la ayuda de Dios un nuevo porvenir.

Con alta autoestima y valientes son aquellos(as) que surgen de la nada, que le permiten a Dios que les ponga alas nuevas cada día, pero que reconocen de corazón que su valor no está en las obras que puedan hacer sino en lo que son sólo por ser hijos de Dios.

Valientes son esos hombres y mujeres que renacen como niños deseosos de cambiar para bien, aún después de haber sido aporreados por el maligno que por muchos años de su vida los quiso destruir poniéndoles su honra por el suelo, pero que al ser rescatados por Cristo, les subió su dignidad de tal manera que ahora no permiten que ningún cuervo o buitre venga a terminar de comerse lo que queda de ellos, sino que por el contrario valoran grandemente lo que les queda de bueno y lo hacen fructificar con Dios para que poco a poco Él les vaya sanando el resto de su cuerpo al que el maligno tanto les había destrozado.

Cuando una persona sea cual sea su estado, se levanta con El Poder de Dios, no hay buitre que se le pueda posar encima, porque al ser renovado con el poder del altísimo, se sabe dar su lugar y tendrá paciencia para esperar y tener sabiduría para permitirle entrar en su vida a todo aquello que provenga de Dios y sabrá discernir que es lo que proviene del mundo, que sólo son dardos que le lanza el maligno para buscar terminar de destruirlos.

Un ejemplo conciso de esto es el caso de las mujeres que perdieron su virginidad en manos de alguien que no las valoró, que sólo quiso aprovecharse de ellas. De las mujeres que son madres solteras, de las que están separadas o divorciadas, porque de todas ellas quieren aprovecharse los cuervos y buitres que deambulan pecaminosamente por el mundo buscando a cuál de estas hacen caer en sus sucias garras.

Me causa tristeza el ver como muchas de estas mujeres por no valorarse se vuelven callejeras o terrosas o como incorrectamente les dicen "tierrosas", como les llaman ahora, porque piensan que ya nunca nadie las va a buscar por bien y por eso empiezan a vivir su vida a la libre cayendo en vicios y aventuras que las desvalorizan cada vez más, porque andan como desesperadas buscando a alguien que las quiera y valore, por lo que caen en cuánto engaño lleno de palabras falsamente bonitas les dicen, que no tienen respaldo legal alguno, sólo con el maligno propósito de bajarles el cielo y las estrellas, llevándolas a comer, beber y a lugares mágicos con tal de deslumbrarlas para obtener de ellas a la libre lo que quieren, pero después de conseguir lo que quieren tienen varias reacciones: 1- Sólo pasan un buen momento con ellas en una sola aventura pasajera, las 2- las utilizan por varios días o 3- se juntan con ellas a la libre por mucho tiempo que pueden ser hasta muchos años, pero nunca se casan con ellas ni las honran, y en el momento que se les antoja las dejan y punto.

Las mujeres que ya no son vírgenes sean solteras, separadas o divorciadas deben cuidarse tanto o más que si fueran vírgenes y deben valorarse haciendo un alto en el camino abriendo los ojos y todos sus sentidos más que nunca para hacer las cosas correctamente, a la manera de Dios y así no permitirle a ningún buitre o cuervo mundano que venga a pretender burlarse ni aprovecharse de ellas.

Aunque ya no son vírgenes deben con gran autoestima de hacer ese alto en el camino y conservarse castas para que esperen a un hombre de Dios que realmente las valore, les de su lugar y se casen con ellas, porque sólo así es como les demuestran realmente que las aman y estiman al darles el lugar a su lado al convertirlas en sus señoras esposas, tal como Dios manda, pero si nunca les apareciera un hombre que les de este lugar, porque no les conviene, les basta con Dios para continuar su vida.

Las personas con baja autoestima dependen totalmente de las flores que les den los demás porque no han sabido encontrar las que por sí mismas se pueden dar o sólo Dios les puede ofrecer, que son tomadas del más precioso y maravilloso jardín que sólo en el mundo de Dios existe.

Hay que tener mucho cuidado con las flores que el mundo nos da porque son momentáneas y se marchitan muy rápido, como son las que nos dan las relaciones pasajeras, por medio de viajes a la playa, buenas joyas, lujosa ropa de última moda y aventones en buenos aviones, autos y motos en los que se nos pide todo a cambio de nada firme, de real valor ante Dios, porque estas flores falsas se acaban muy rápido.

Cuando alguien nos estima o ama de verdad va al grano, haciendo primero lo que debe hacer para sentirse en paz con Dios, con su pareja, con los demás y consigo mismo, porque se casa debidamente sin pedir pruebas de amor a cambio antes del matrimonio.

No debemos de envidiar a quienes nos pasan al frente y nos miran de reojo sólo porque nos ven solos(as) llevando una vida humilde, que se sienten que son más que nosotros(as) porque  andan con personas diseque de renombre, que tienen mucho dinero o aparentan tenerlo, que andan en autos lujosos y más, porque no todo lo que brilla es oro y detrás de todo eso que aparentemente vemos se puede ocultar mucha suciedad, actos impuros y relaciones de aventura pasajeras, que sólo Dios conoce.

Es mejor tener bien puestos los pies sobre la tierra y aprender a valorarnos siendo felices humilde y honestamente con lo que Dios nos provee, aunque sea poco, que basar nuestra autoestima y felicidad en lo que los demás materialmente nos puedan dar a cambio de intereses sexuales pasajeros con actos animalados y corruptos de gran decadencia.

Recuerda que quién te busca sólo para burlarse y aprovecharse a la libre de ti de alguna manera o sólo buscando la forma de agrandar su pastel, aprovechando tu trabajo, tus dones y talentos para su propia conveniencia no te conviene para nada, por lo que te aconsejo que te apartes pronto de personas así para que recobres lo más rápido que puedas tu dignidad y escapes con Cristo por tu vida antes de que el Diablo los siga usando como sus instrumentos para que te destruyan cada vez más.

En resumen, si no hay actos y documentos legales de por medio con la persona que estás tratando en cualquiera que sea el negocio que estés haciendo, sea creando un negocio a medias con un particular, o sea que decidiste unirte a alguien como pareja debes hacerlo correctamente porque también el casarse es un negocio y unirse correctamente en matrimonio antes de convivir con esa persona, demuestra el valor que te das a ti mismo(a), porque si ves que hay compromiso, respeto y amor  por parte de tu compañero(a), te lo demuestra comprometiéndose formalmente contigo, firmando papeles y poniendo al Señor como testigo de por medio en un acto de honestidad y credibilidad para hacer las cosas bien desde un principio y cerrarle toda puerta con ideas de libertinaje al Diablo, porque los papeles hablan por si solos demostrando que no somos simplemente una aventura más en la vida de esa persona sino que nos valora y nos da el lugar que merecemos como la persona ideal que quieren a su lado para toda la vida, porque nos ven como hechura de Dios que somos, perla preciosa, nación santa, linaje escogido, niña de los ojos de Dios y mucho más.

El mundo está muy perdido por causa de la baja autoestima que muchos hombres y mujeres están teniendo, porque no saben el valor que tienen ante nuestro Único Ser Supremo y al ignorar eso se alejan cada vez más de Él y andan rebotando de un lado para otro de relación en relación, buscando como desesperados(as) a alguien a quién amar y quién les ame, pero lo hacen a la carrera y a la libre dejándose llevar por rápidos y falsos sentimientos dándole rienda suelta a sus emociones carnales para vivir al máximo y rápido el momento con quién les aparece en el camino, sólo por no estar solos(as) y eso no sirve, porque es la perversa trampa en que el Diablo tiene encerrados(as) a muchos(as) en la que los(as) va haciendo perder cada vez más su autoestima hasta convertirlos(as) en guiñapos que sienten que no son ni valen nada y han caído tan bajo que sienten que son como una basura, que apestan y por eso muchos(as) se sumergen en las drogas para matarse poco a poco, perderse o huir de la realidad y otros(as) se suicidan no más, para acabar de momento con todo y al hacer esto culminan haciendo el malévolo deseo del Príncipe de las Tinieblas con el que sella y asegura la entrada de ellos(as) al infierno.

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