martes, 12 de enero de 2021

Cada invento del hombre crea necesidades nuevas

Por Cira Arroyo Fuentes, 12/01/2021, 1:05 p.m.

     Recuerda que cada invento vanidoso, necesitado o no, que el hombre hace para vender o regalar, crea nuevas necesidades a las personas, porque ese invento a su vez crea o genera necesidades de mantenimiento o cuidados con muchos productos en que por añadidura tendremos que comprar y gastar aún más.

Analiza o medita muy bien en lo que compras porque si lo que quieres es hacerte la vida fácil, económica, y evitar convertirte en un acumulador de "chunches sin sentido", o un comilón/a de comida chatarra que enferma, debes escoger tener una vida simple, obteniendo y consumiendo sólo lo que en realidad necesitas para vivir y alimentarte bien, adoptando con sabiduría una vida simple, en la que teniendo, consumiendo y comiendo menos, tienes más, te ahorras de pasar muchos trabajos y enfermedades, de gastar o invertir mucho de tu tiempo, recursos y dinero para cuidar y mantener todo lo que vas adquiriendo y acumulando a través del tiempo o de los años.

Vivimos en un mundo saturado de gente con motivaciones variadas, en el que unos crean o inventan algo y se hacen comerciantes porque de verdad les motiva la necesidad para sobrevivir; pero a otros que son enfermizos vanidosos y materialistas, les motiva la ambición de tener riqueza y poder en demasía.

Ambos, por la motivación o razón que sea, se convierten en comerciantes o vendedores que nos mantienen bombardeados con anuncios de sus productos y servicios contínuanente, creándonos con sus inventos o lo que sea que vendan, muchas necesidades reales y ficticias, haciéndonos soñar con personas, cosas, productos, comidas y servicios que en realidad unos si nos sirnen; pero otros, ni los necesitamos ni nos sirven para nada, sino que nos agobian porque no aportan nada de provecho a nuestra vida, sino que, por el contrario; nos estresan, nos dañan, enferman y por eso muchos no los consumimos ni tenemos, ni nos hacen falta; pero los comerciantes hacen hasta lo imposible para llegar a nuestras casas y a nuestra vida a como sea, por medio de anuncios con megáfonos, anuncios publicitarios en todos los medios posibles y hasta llegan a la puerta de nuestra casa, por mover la economía, y lavarnos el cerebro para que compremos su invento, producto, comida, servicio, o asistamos al cine, concierto o conferencia, etc, para vendernos algo tangible o intangible con que lucrar ellos.

El bombardeo publicitario es extremo, haciéndonos creer que tenemos el deber forzado de comprar y punto, hasta parece que quisieran entrar a nuestra casa para obligarnos a adquirir su producto sea al contado o a crédito, y no podemos ni salir a la calle, ni saludar a la gente con amabilidad, porque de inmediato se nos acercan; pero no para saludarnos amable y desinteresadanente, sino sólo para vendernos algo y si no les compramos, ni nos dan importancia, nos miran de arriba a abajo y nos hacen mala cara.

En todas partes, los vendedores ambulantes nos quieren vender cosas casi por la fuerza, y la gente que pide limozna o dinero, pareciera que desearan acercarse para abrirnos nuestro bolso o cartera por ver cuánto dinero andamos, y tenemos que tener cuidado de que no nos lo arrebaten.

A ninguna de estas personas les importa que nos quedemos sin dinero para nuestro transporte, que nos endeudemos pidiendo prestado o con tarjetas de crédito y que hasta perdamos todo lo que tenemos y nos quedemos muriéndonos de hambre, con tal de hacer ellos dinero sea para comer, vicios o acumular ambiciosamente más riqueza y poder cada vez; pero tenemos que ser fuertes ante tanto acoso comercial local, callejero y virtual, y comprar sólo lo que de verdad necesitamos, para que sigamos teniendo nuestra casa y nuestro patrimonio, y si estamos alquilando y deseamos comprar una casa y tener un patrimonio, con más razón debemos de ser más ahorrativos para que pronto logremos nuestros sueños porque ninguno de esos orgullosos, ambiciosos y enfermizos de dinero y poder, van a venir nunca a suplirnos de un techo, a vestirnos o a darnos un plato de comida, sino a ver que nos quitan.

La vida consumista, materialista y social es cara, esclavisante y roba mucho tiempo y dedicación; pero muchos se aferran a ella, y aunque ya tengan mucho, siempre quieren más cada vez y no la quieren soltar o dejar por nada, por eso se convierten en fríos manipuladores enfermizos que quieren jugar, negociar y tratar a todos a como quieren y más les conviene a ellos.

En conclusión, los inventos que los hombres crean sea por ambición o por necesidad, originan necesidades nuevas que muchas veces son más costosas que el propio invento en si, y todo en conjunto, es lo que mueve a la economía  convirtiendo o haciendo que en el mercado exista una competencia o lucha entre vendedores y consumidores, en donde ambos buscan la manera de sobrevivir, o vivir, unos de una manera totalmente orgullosa y enfermiza, procurando siempre mantener o aumentar su alto status social, buscando siempre activa y estresadamente, la forma de quitarle lo que tienen los más pasivos, que son felices con lo que tienen; pero les andan con cuidado a los vendedores, para que no les quiten lo que tienen porque los comerciantes y personas ambiciosas e insaciables, sólo se importan ellas, sus familias y sus amistades y quieren acapararlo o adueñarsen de todo, para tener poder y dinero a manos llenas para sus lujos, viajes y activamente ambiciosa y pedante vida social; "pero les vale nada o un comino", lo que les pase a otras personas y las necesidades que tengan.



lunes, 11 de enero de 2021

Vivamos nuestro tiempo al máximo sin perderlo en cosas vanas

Por ©Cira Arroyo Fuentes, 11/01/2021, 10:47 p.m.

     Vivamos nuestro tiempo presente, no lo perdamos en cosas vanas, en otras palabras "Hay que vivir el momento de uno al máximo", con nuestros momentos y en nuestro tiempo; aunque los envidiosos o quienes no quieren que surjamos ni crezcamos nos llamen ensimismados porque de nuestro tiempo es lo único de lo que tenemos control, aprovechando al máximo nuestros dones, talentos, recursos y dinero, para que vayamos creando poco a poco lo nuestro con mucha dedicación, para nosotros, los nuestros y todos.

Hacerlo con amor propio, sin desperdiciarnos tratando de sobremanera quedarle bien a los demás, ni de ser lo que no somos, es decir, no vivir nuestro tiempo, al tiempo de otros o como los demás, sólo viendo como tontos e inseguros espectadores como ellos crecen, hacen y tienen, y buscan hasta el cansancio manipularnos comercialmente para que nos gastemos todo lo que tenemos en lo que ellos inventan o nos venden, sin importarles si nos queda dinero para suplir nuestras necesidades de alimento, vestido, etc, que a ellos no les importa porque lo que quieren siempre es tenernos como fiel público fan que compre todo lo suyo, aunque nos vean siempre pobres y comiendo migajas, mientras ellos se dan la gran vida a costilla de nosotros, por valorarlos más a ellos que a nosotros.

Creamos a Dios, levantemos con Él nuestra cabeza y no vivamos erróneamente cegados por los medios de comunicación del mundo, que nos hacen idolatrar a personas de mundo por lo que han hecho, o queriendo tener o hacer lo que otros hicieron o hacen y tuvieron o tienen, que sólo Dios sabe como las obtuvieron porque lo único que se consigue con eso es perder nuestra vida y nuestro tiempo, así como la esencia de nuestra auto creatividad, nuestra autoestima o amor propio, nuestro auto valor, nuestra identidad y el carácter que nos ha dado Dios.

Idolatrar y desear enfermizamente lo que tienen o hacen otros lo único que hace es convertirnos en personas frustradas, que siempre se la pasan pasivamente siendo espectadores, hablando o admirando sólo los logros de los demás, pensando, sufriendo o llorando por lo que otros tuvieron o tienen, y ellos no.

En esta vida, los que somos cristianos, sabemos que hemos de luchar activamente por lo que queremos honestamente, con la ayuda y el propósito de Dios, con paz, paciencia, amor y fe, cuidar y tener contentamiento con lo que tenemos o vamos teniendo a través del tiempo, producto de lo que nos nace originalmente hacer o inventar, de acuerdo a lo que nosotros vivimos, analizamos, asimilamos y extraemos de nuestras experiencias en la vida que son las que nos motivan a hacer algo propio con mucha dedicación y no esperar nada de nadie más que del Poder del Espíritu Santo de Dios, que opera o vive en nosotros.

A los que amamos crear y valoramos lo nuestro, nos sentimos orgullosos por lo que hacemos y no nos gusta copiar a nadie, ni lucrar con lo que otros han creado o hecho porque sabemos que cada invento o creación se deriva o nace de una gran necesidad y encierra un cúmulo de experiencias profundas que pueden venir de momentos dolorosos o de gran alegría que puede haber tenido una persona en un momento de su vida que la motivó a crear algo para paliar su sentir e innovar algo para remediarlo o hacerse su vida y la de los demás más fácil, para que no pasar más por esa necesidad ni que otras personas pasen por lo mismo.  

A quienes nos motiva el amor a la creación y a las personas, nos deleitamos en concentrarnos en buscar por nosotros mismos, meditar y darle rienda suelta a la creatividad que nace en nuestro interior, nos gusta escuchar la voz que nos habla dentro de nuestro corazón para pescar y explorar con sumo detalle lo que nos llega, que nos sale legítimamente de adentro y no escuchar tanto lo que nos viene o llega de afuera o del exterior que hay que tamizarlo en el filtro de Dios para dejarnos lo que nos nutre y botar lo que no; aunque se nos vaya la vida en ello porque no nos importa invertir todo nuestro tiempo presente en una nueva creación, una nueva obra o un nuevo invento de calidad primeramente ante nuestros ojos, que son el primer público a llegar, que nos será tanto de auto ayuda como para ayudar a los demás, y nos concentramos tanto en dar lo mejor para suplir una necesidad, que no nos queda tiempo para pensar en el dinero, la fama y el poder que se pueda obtener con nuestra innovación.

Los que tienen otras creencias o ninguna, hacen todo por sí mismos según su moral de lo que creen que es malo o es bueno, piensan que hacen y consiguen todo con su propio poder, otros con la ayuda del poder supremo, otros del poder de la naturaleza, otros con el poder del universo, etc, ... en fin, cada quien tiene su muy propia y particular motivación según les guíe su conciencia. 

Sea cual sea nuestra creencia lo importante es que dediquemos nuestro tiempo, que es oro, en concentrarnos en nuestras metas y en nuestros logros, en lo que somos capaces de hacer y crear con nuestros dones y talentos, desarrollándolos al máximo en un estado de paz y tranquilidad, aprendiendo de las experiencias de los demás y de las nuestras, sí, pero sin permitir enfermiza y ambiciosamente ultrajes manipuladores ni esclavisantes que provengan del exterior impuestos por otros, ni impuestos por "un falso y engañoso Yo en nosotros", ni por un enfermizo y vanidoso afán, que no nos permite extraer el tesoro de sabiduría innato que por naturaleza tenemos en nuestro interior, que particularmente para los que somos cristianos creemos que sólo proviene del Gran Yo Soy.

Si por impaciencia, pretendemos a destiempo, vivir la vida como los demás, queriendo tenerlo todo o tener más que los demás lo más pronto posible porque pensamos que cuando lleguemos a ese nivel de vida más que todos, es cuando lograremos nuestra plena conformidad y felicidad, entonces nunca seremos felices porque por más que nos matemos estudiando, trabajando o hasta copiando o robando a los demás sean sus obras, sus bienes o dinero para surgir rápidamente, siempre va a haber alguien que sea más que nosotros sea porque nació en cuna de oro y lo tiene todo o tanto que siente que no necesita hacer nada o se le facilita hacer todo lo que quieren a muy temprana edad, o habrán muchos otros, famosos y ricos en el mundo, que nos llevan toda una vida de estudios, trabajos, experiencias y aventuras, que han adquirido durante muchos años, que les ha permitido hacer lo que hacen, ser lo que son y tener lo que tienen.

Por eso, por el contrario, la persona que vive paulatinamente paso a paso en su tiempo o en su momento, que vive su propia vida creando, haciendo y obteniendo todo lo que puede con su propio esfuerzo y con los pies bien puestos sobre la tierra, valora como a un tesoro, todo lo poco o mucho que ha podido hacer, así como lo que le llega como bendición a sus manos, que obtiene por si misma o que le dan o regalan los demás; sea mucho, poco, caro, barato, y es feliz o tiene gozo en todo tiempo, porque valora todo lo que Dios le va dando, tanto antes, como durante y en el momento de lograr su meta porque en el proceso tiene un propósito o cometido que le ha dado Dios, que es más fuerte, que el vanidoso afán de superioridad que la gente vanidosa y materialista del mundo anhela alcanzar que la estresa, enferma y hasta le ocasiona la muerte.

Asimismo, quien no tiene tranquilidad porque se la pasa siempre idolatrando a los demás y viviendo como en un estado competitivo y ambiciosamente enfermiso, sólo viendo y valorando lo que hacen los demás; pero no lo suyo, y comparando lo que hace con lo que otras personas hicieron en el pasado o lo que en la actualidad muchas hacen, lo único que consigue es desanimarse creyendo que nunca podrá hacer o alcanzar lo mismo que ellos, sea porque no tiene el dinero ni la salud para invertir en eso, ni el conocimiento, ni las costosas herramientas, ni ayuda que tienen o tuvieron ellos, en otras palabras, permite que esas personas le roben toda esa energía original que tiene, por eso, lo mejor para cada persona, es concentrarse en hacer lo suyo, lo que de verdad le nace originalmente en su corazón hacer, con lo que tenga, a como pueda y por sí misma, sólo con la ayuda de Dios, y sin ayuda de nadie si no es creyente porque a nadie podemos forzar a colaborar de gratis en la realización de nuestros sueños o metas y no sabemos si siempre tendremos algo a cambio para ofrecer, dar o cubrir los favores que nos hacen, o dinero para pagar a otros para que nos ayuden. 

Demos valor a las cosas más simples de la vida, y a todas las que nos llegan de gratis o no, a lo que nos dieron nuestros antecesores y a lo mucho o poco que hayamos podido lograr porque aunque no lo crean,  ser agradecidos y valorar lo que tenemos es lo que nos abre las puertas al verdadero contentamiento, la verdadera paz, la verdadera felicidad, la verdadera riqueza y por sobre todo al verdadero amor.


 


martes, 15 de diciembre de 2020

Amo fluir en paz y libertad

Por ©Cira Arroyo Fuentes 15/12/2020 2:43 PM

Lo más satisfactorio en mi vida es hacer con libertad todas las cosas por mi misma, a mi propio paso, sin presiones de nada ni de nadie.

Siento que es mejor que haga poco sola, cuando me nace profundamente; pero hacerlo de corazón y con calidad, que mucho por la fuerza, bajo presión de mi misma o de otros, por ambición y vanidad.

Como soy, me siento libre, y me place marcar mi propia huella, sólo fluyo y funciono cuando estoy en libertad, en un reláx total, sintiéndome, disfrutándome y viviviéndome a mi misma y a todo lo que me rodea, con todo el sentir que me llena, en armonía con Dios y la naturaleza, sin dañarla ni dañarme, ni dañar a nadie; respetando a Dios, a la naturaleza, a los demás y a mí misma al mismo tiempo, ...fluyendo junto con  Dios y con ella a través del tiempo, no buscando el peligro ni forzándola ni forzándome, sino disfrutando de la libertad que Dios nos da.

Amo tener la libertad de escoger lo que quiero hacer, escuchar, donde ir, que y cuando comer, con quien estar, la hora de levantarme y la hora de dormir o descanzar cuando mi cuerpo me lo pide.

En conclusión amo fluir cuando me siento descansada y dispuesta; pero descansar y parar de hacer lo que estoy haciendo, cuando mi cuerpo y todo mi ser me lo pide porque lo que se hace y se da con descanso y libertad queda mejor e irradia paz, libertad y belleza;  y es más provechoso que lo que se hace y se da bajo presión y sin libertad.








miércoles, 30 de septiembre de 2020

Tengamos contentamiento en todo tiempo y lugar


 

Por Cira Arroyo Fuentes  29/09/2020  4:52 PM

     Levantémonos cada día, como si estuviéramos viviendo el último día de nuestra vida, dándole gracias a Dios por haber podido despertarnos para servirle un día más. 

Preparémonos con Cristo, carguemos nuestras baterías espirituales bien fuerte, para que podamos tener sabiduría, discernir todo ataque que el maligno pueda habernos preparado y que lo esquivemos con el Poder de Dios o que podamos soportarlo. 

Seamos conscientes, de que cada uno de nosotros, somos un mundo particular y único, que nuestra vida es especial y distinta a la de los demás, que si mantenemos nuestro contentamiento con lo que somos en todo tiempo, en todo lugar que estemos, con quien quiera y dondequiera que estemos, podremos sentirnos libres y felices, en lo que sea que estemos pasando. 

Al estar en esta posición conforme, veremos que vamos a sentir seguridad también, y como esto es lo que vivimos, lo mismo vamos a trasmitir porque si no nos sentimos ni menos ni más que los demás, veremos a todos como a un igual. 

Sabremos que somos sabios, cuando veamos que hemos aprendido a incorporarnos a cualquier clase de sociedad, sin problema alguno porque hemos aprendido a rosarnos con todas en el camino de la vida, en el que al haber tenido muchas experiencias, durante los altibajos que hemos tenido que vivir, en tiempos buenos y malos, nos hemos dado cuenta que en todas las clases sociales se pasa por las mismas pruebas y experiencias, que en todas hay envidia, hipocresía, ambición, odio, amor, paz, chismes, calumnias, etc, y un instinto de todos por averiguar en un santiamén, toda la vida de los otros por competir y ver quiénes son más ricos, con más poder, más estudiados o preparados que otros; pero si somos emocionalmente inteligentes sabremos como hacer que los demás se enfoquen en lo que somos, así como lo hacemos nosotros y no en lo que tenemos. 

Somos exitosos en toda clase social cuando abrimos bien nuestros ojos a la realidad que tenemos al frente, sin idolatrar a nadie, sino viéndolos como a humanos o a iguales a nosotros porque nos hemos dado cuenta de que independientemente del dinero, bienes y poder que tengan las personas con quienes nos rosamos en todas las familias y relaciones sociales sucede lo mismo, porque existen hijos, nietos, hermanos, etc. que quieren sublevarse sobre sus familiares mayores y manipularlos, sean hermanos, padres, abuelos o pasarle por encima a sus tutores para quitarles su autoridad y adueñarse de todo: sea dinero, propiedades, empresas, bienes y más porque quieren ser ellos los dueños de todo, sea mucho o poco, los que brillen y en quienes el mundo entero ponga su mirada y su atención para que los honren y les den más importancia y los suban en un pedestal. 

Somos maduros espiritualmente cuando hemos visto como en los grupos, juntas, escuelas, universidades, iglesias, empresas y organizaciones, unos luchan ambiciosamente por sublevarse sobre otros para sentirse más pudientes, con más dinero y más importantes que los demás. 

Tenemos discernimiento, cuando vemos que estas personas que buscan dinero y poder rápido, fácil y antes de tiempo, sin haber tenido que pagar antes un precio o haberse esforzado nada, no les importa tramar maldades para desbancar a quienes envidian y ambicionan quitarles todo. 

Si hemos observado, que en todas las clases sociales sucede esto, y siempre hay en ellas personas inconformes que nunca se llenan con lo que tienen, y quieren tener y alcanzar más, sin importarles a quien o quienes se llevan por delante, hemos aprendido que la clave para ser feliz y tener paz en cualquier clase social a la que se pertenezca es el tener contentamiento. 

Es por esto, que es tan importante ser libre con Cristo cuanto antes, para que tengamos este bendito contentamiento en todo tiempo porque este nos llena de carácter, autoestima, paz, seguridad y nos ayuda a no juntarnos, ni participar en conversaciones ni en vivencias, en las que otros se viven comparando todos unos a otros, que te comparan con los demás instándote a

lunes, 28 de septiembre de 2020

Atrévete a ser, hacer y no sólo ver

Por Cira Arroyo Fuentes  28/09/2020  12:37 PM

   Pasar por la vida sin dejar nuestra huella bien marcada con Cristo no tiene sentido.

Si sabemos o estamos seguros que Cristo gobierna nuestro corazón y todo nuestro ser, no hay que titubear mucho, sino disponernos a servirle cada día apenas nos levantamos.

Hay que tener valor y arriesgarse a lanzarse al mar, y no quedarse viéndolo desde la orilla, sólo  observando como otros si se lanzaron al agua con Cristo o sin Él; pero se decidieron, se fueron y tuvieron valor de navegar lejos, muy distantes de su sitio de confort y nosotros no.

Hay que echarse al agua con valor, se haya aprendido antes a nadar o no porque tu instinto de supervivencia no va a permitir que te ahogues y algo harás o inventarás para salvarte, siempre y cuando no te acobardes porque si lo haces y te rindes, si puedes estar en peligro de morir en el intento; pero si en medio de la dificultad perseveras porque tu sabes que Dios está contigo y le oras, verás que Él te dará la salida.

Aplica el aprender a nadar como el estudiar o aprender algo nuevo, que es nadar por el mar de la vida o vivir. 

Nunca te conformes o te cierres osólo con lo que has aprendido, sellando para siempre esa página de tu vida, sino que deja páginas abiertas, para reinventar tu vida y hacer o emprender cosas nuevas cuando sea necesario, y no te avergüenses de realizar a cualquier edad, estudios o trabajos diferentes al que siempre tuviste.

Sigue la corriente a la vida porque Dios pase lo que pase, siempre estará contigo, al reinventarte o en tus nuevos emprendimientos, y no nades contra corriente porque te cansarás y desfallecerás.

Avanza con humildad, perseverancia y reinvéntate con Dios en lo que amas hacer, y olvídate de lo que piense la gente, de si te valora o te da importancia o no porque lo que importa es que tú te valores, te sientas feliz, cómodo y en paz con lo que haces, y que resuelvas tu vida y las que dependen de ti, en el campo que necesites resolver porque Dios sabe antes de ti de que tienes necesidad y te suplirá según su voluntad. 

Hay que decidirse a vivir activamente, a construir nuestro propio castillo, aunque sea imaginario; pero nuestro, y darlo a conocer exponiendo nuestro sentir para que cobre vida, aceptando toda clase de críticas que siempre van a existir, sean constructivas que nos motivan o destructivas que nos desmotivan; atesorando lo bueno y desechando lo malo; pero no parar y seguir adelante construyendo o reconstruyendo con Dios y no sólo quedarnos como estáticos por temor, sólo viendo los castillos u obras que construyeron o están construyendo los demás.

Arriesgarse a que nos vean y nos llamen sabios, o a que nos vean y nos llamen ignorates.

A que nos vean y nos llamen cuerdos e inteligentes, o a que nos vean y nos llamen locos y tontos.

A que nos digan que somos unos interesados que no damos nada de gratis, o a que nos digan que somos unos tontos que todo lo regalamos.

No debemos permitir que nada de eso que puede o no ocurrir, ni que nada ni nadie nos corte las alas que Dios nos puso para volar desde que nacimos, para ser y hacer lo que queremos o soñamos.

Debemos y tenemos que desnudar nuestro ser haciendo y compartiendo lo que más nos gusta, ahora que estamos vivos, sea que veamos dinero o no en y con lo que hacemos porque lo que Dios nos manda a hacer que es una meta, un sueño, un deseo, impulso o como quieran llamarle, que lo sentimos tan vivo, como un llamado de parte de Él a nosotros, lo tenemos que hacer para darle vida, y nada ni nadie nos lo puede impedir.

Cada quien lucha por su prioridad o lo que más ama; pero por encima de todo lo que más queramos y amemos hacer o tener, debemos anteponer EL PROPÓSITO DE DIOS PARA NUESTRA VIDA, y cumplirlo porque al hacerlo ya ganamos las principales riquezas que no provienen de este mundo, sino de Dios porque Él nos dio los dones y talentos para que los compartamos y no para guardarlos y esconderlos debajo de la almohada, y ponernos a llorar por ser unos cobardes, que por temor al que dirá de la gente, no nos atrevemos a darlos a conocer, o porque somos unos ambiciosos, que si no vemos dinero o algún bien material valioso de por medio, preferimos esconder o que se pudrá lo que Dios o El Ser Supremo, La Naturaleza o como le llamen nos ha mandado hacer con nuestros dones y talentos, que muchos por egoísmo, no quieren compartirlos de gratis.  

¡CUIDADO PORQUE DE NUESTROS DONES Y TALENTOS TENEMOS QUE DAR CUENTA A DIOS CUANDO ÉL NOS LLAME A SU PRESENCIA.

NO LE TENGAMOS MIEDO O TEMOR AL MUNDO SINO A DIOS, Y LEVANTÉMONOS CADA DÍA CIN EL VALIR QUE ÉL NOS DA Y LLEVÉMONOS CON EL PODER DE CRISTO A TODO OBSTÁCULO O LIMITACIÓN QUE QUIERA PONERNOS EL DIABLO SEA EN NUESTRA MENTE O POR MEDIO DE PERSONAS QUE ÉL MALVADAMENTE USA PARA BUSCAR IMPEDIRNOS SER. 

RECUERDA QUE SÓLO VIVOS PODEMOS HACER, COMPARTIR Y REALIZAR CUALQUIER CAMBIO PARA QUE ESTÉ DE ACUERDO CON LO QUE DIOS NOS DA, QUE DEBEMOS TENER MUCHO CUIDADO Y MEDITAR BIEN QUE LO QUE HACEMOS, ESTÉ DE ACUERDO CON  SU VOLUNTAD Y QUE  MUERTOS YA NADA PODEMOS HACER, NI NADA PODEMOS CAMBIAR.






Sacúdete y no sedas tu autoridad

Por Cira Arroyo Fuentes  28/09/2020  7:49 PM

     Si tu eres una persona independiente que es el o la dueña y señora de la casa, o quien paga la renta y los gastos, ¿Por qué aceptas cobardemente que otros te quiten o roben tu autoridad y te dejas humillar y maltratar por tu cónjugue, hijos, familiares y otras personas que permites que vivan bajo tu techo y mantienes.

Retoma tu puesto y tu autoridad para que pongas orden en tu casa y hagas que te respeten tanto los menores de edad como los mayores, y si los mayores de edad quieren pasarte por encima y hacer lo que se les antoja, que se vayan.

Es inaudito observar hogares en que los hijos, familiares u otras personas que viven en la casa desde muy pequeños tienen un carácter posesivo o dominante que wuieren mandar a todos con una malacrianza que nadie los aguanta y mantienen humillados a sus padres y abuelos, los tiran en un rincón y no les permiten ni andar libremente por la casa porque les molesta y se avergüenzan de ellos.

Cómo es posible que siendo ellos los dueños y señores de todo bajen la cabeza, permitan eso y no los pongan en su lugar porque les da miedo de que se vayan de la casa.

Mostrar temor a quienes se les quieren sublevar o les quieren manipular para quitarle su autoridad es el más grave error que un padre, abuelo o persona de autoridad puede cometer porque al aflojar el mecate o perder su autoridad le está dando alas a una persona para que le sobrevuele por encima, le manipule, aplaste y haga con ellos lo que les antoja.

Ninguna persona con autoridad, aunque haya cometido errores debe de perderla nunca porque si ella es independiente y son los demás quienes le dependen, es quien manda en la casa y tienen que respetarla y obedecer sus reglas, y quienes no lo hagan, que se vayan, luchen y busquen su propia independencia.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Enseña a volar y buscar alimento para que no se suban en tus alas

Por Cira Arroyo Fuentes   27/09/2020  12:21 PM 

El dicho: "Cría cuervos y te sacarán los ojos" tiene causa y efecto a corto o largo tiempo, con un tamaño de cola, que depende de cuanta dependencia, y alimentación al pico se le haya dado al cuervo, hasta cuando se le dio y si se le quitó a tiempo o no ".

Depende de que si se le motivó a volar y ser independiente o se le permitió depender y seguir cargado sobre nuestras alas sin usar las suyas para hacerlo. 

Hay muchos cuervos que nos quieren sacar los ojos, tanto los que malcriamos nosotros como los que malcriaron otros, y todos quieren siempre aprovecharse de nosotros, o de los demás que les abren la puerta de par en par y les permiten que entren, vuelen por donde se les antoje, coman a la libre, duerman y hasta se sientan dueños y señores de nuestra casa o de la casa donde están o van y nunca salen de ella, como si no tuvieran su casa propia, hasta el punto de que se llega el momento que toman tanta confianza y sentido de pertenencia, que nosotros, los dueños de la casa o los demás que son los dueños de la casa en que están o a donde van, les estorvamos y quieren ver como acaban con nosotros, nos quitan lo nuestro y lo de los demás.

Cada persona sufre lo que cosechó, si creó personas independientes tiene paz; pero si creo cuervos dependientes o acepta que entren en su casa cuervos dependientes criados por otros, no tiene ni nunca tendrá paz, hasta que se decida a cortar la cola de dependencia que tenga el cuervo, sea del tamaño que sea la cola que este tiene, por habersele permitido o alcahueteado tanta dependencia.