© Cira Arroyo Fuentes 12/10/2017 10:03 p.m.
Lograr sentarme y concentrarme esporádicamente mientras hago mis labores cotidianas, o al finalizar estas, para pescar pensamientos o escribir libremente mis ocurrencias no es tarea fácil, pero el deseo y responsabilidad de crear nuevas obras, que por voluntad me he impuesto, no me permiten dejar pasar en vano ideas maravillosas que continuamente me nacen, como chispitas que desean ser atizadas para vivir y lograr hacer un fuerte fuego.
Y aunque hago esto de forma voluntaria, como un pasatiempo porque amo las letras y las palabras, lo tomo en serio, pero tengo que ponerme los límites que Dios y mi persona establecemos.
Puedo darle rienda suelta a mi imaginación con todos los pensamientos que tengo para permitirles ser a cualquier hora del día, porque Dios me ha echo una mujer libre que disponga de tiempo para ser y hacer lo que quiero, pero aún así, tengo que auto disciplinarme con Él, debido a que si no duermo o descanso pongo en riesgo mi salud y la calidad de las obras que vienen a mi inspiración.
No sé si a todos les pasa lo mismo que a mí, pero el día cada vez se me hace más corto y siento que el tiempo no me alcanza, y tengo que luchar para no dejar en el olvido buenas ideas que se me ocurren, en la noche cuando no puedo dormir, en la mañana apenas despierto o en el día, cada vez que toco agua, sea cuando lavo los platos o me ducho.
Es interesante saber y reconocer que todo un universo de inspiraciones está a mi alcance y que sólo debo disponerme a pescarlas, porque soy pescadora de profundas ideas con las que por ende los pesco a ustedes también, así como todos en la vida tenemos la tarea de ser pescadores en cualquiera que sea el ámbito o ambiente que hayamos escogido estar y el mar para todos es el mismo, pero tenemos que creer que lo que hacemos es importante para Dios, para nosotros y todos, por lo que no debemos tener temor de entrar en el agua para nadar, porque si Dios está con nosotros, quién contra nosotros.
La vida es un sueño y cada persona tiene sus metas o sueños particulares por alcanzar, pero sólo con valor y la ayuda de Dios podremos alcanzarlos.
En mi caso particular mi sueño es escribir siempre, porque amo darle rienda suelta a mi inspiración.
jueves, 12 de octubre de 2017
miércoles, 4 de octubre de 2017
Matar al amor cuando recién comienza es una crueldad
© Cira Arroyo Fuentes 04/10/2017 02:29 p.m.
Si conoció a alguien en un momento de tu vida en el que en lo que menos estabas pensando era en buscar una pareja, en que todas tus fuerzas estaban enfocadas en otras cosas, menos en buscar el amor.
Si esa persona te escogió, tocó a tu puerta para entrar en tu vida porque algo le atrajo de ti y llegó a romper la negatividad y el desencanto que tenías hacia el amor, e ingresó con gracia en tu vida, pese a tu carácter amargado con respuestas toscas, frías, casi congeladas como el hielo que le dabas, fue un milagro, créemelo, pero el mérito es para el amor.
Sí esa persona empezó a darte cariño, endulzarte y algo te atrajo de ella porque se las ingenió de alguna manera para poco a poco hacerte sentir una atracción especial, logró dar justo al principio el primer y más importante paso para entrar en tu vida.
Supo con astucia crear en ti un gran deseo de abrirle la puerta para conocerla y querer saber más de ella, por tener un no se qué, que logró atraerte mucho de entrada no más, después hacerte sentir que le gustabas y más adelante te hizo sentir maripositas en el estómago, junto con un nerviosismo extraño, en el que sentías como que te bajaban, subían y hacías el ridículo.
Créeme que pasar de esto a estar enamorado es sólo cuestión de tiempo, que según la interacción que tengan las dos personas, puede ser en un lapso corto o largo, pero lo cierto es que esta primera química que sentimos nos lleva al amor, por eso cortar este sentir cuando apenas está comenzando, por algún complejo o el menor error que uno de los dos cometa, es una crueldad porque podría haber llevado al verdadero amor, ese que cuesta tantísimo encontrar, debido a que el sólo hecho, de sentir todo esto al principio por alguien, es una batalla ya ganada; la más difícil diría yo, porque que una persona totalmente extraña, te haga sentir todas estas cosas, apenas conociéndola, es un verdadero milagro y una química que cuesta mucho que se de.
Es un milagroso flechazo que nos sorprende, que nos atrapa cuando estamos más descuidados; sin estar listos o preparados, el que nos da esa persona que recién empezamos a tratar y hablar, la que con sólo un poco de tiempo de interactuar con ella, sentimos como si la conociéramos de siempre o de toda la vida, porque antes de saber de ella sólo deambulábamos sin rumbo fijo por la vida, con Dios sí, pero teniendo la seguridad de que necesitábamos a un compañero(a) de vida al que esperábamos, pero al encontrarnos con esta persona especial, todo el panorama de nuestra vida cambia de rumbo y empezamos a hacernos muchas y nuevas ilusiones porque nuestra mira la ponemos en esa persona con la que soñamos tener muchas vivencias hermosas en el presente o un futuro muy cercano.
Matar al amor actuando alocada o apasionadamente, casi sin pensar, cuando este está recién comenzando, es desperdiciarlo. Una verdadera crueldad porque de ese montón de personas que conocemos a diario durante años de años, son muy pocas las que nos inspiran esta química tan amorosa y hermosa; y encontrar a una persona que sea libre para nosotros, cuesta mucho más, pero sí, la lucha por mantener vivo ese primer sentir, o esa primera química, para ver si nos conduce al verdadero amor, es un trabajo de pareja, que sí uno de los dos cobardemente desiste, por adelantarse rápidamente a formarse opiniones negativas sobre el otro, sin siquiera darse un tiempo para conocerse mejor personalmente, provoca que todo se quede en la nada o en el olvido, dejando sólo en nuestro recuerdo, un amor que pudo haber sido, pero que no fue, por no luchar con fe y en igualdad ambas partes, por darse el debido tiempo para conocerse más realmente, por medio del contacto físico que es el que define de verdad lo que sentimos y no engaña.
Dejar ir a un amor así, por ir en pos de cualquier otro sentimiento interesado que no es el verdadero amor, es la decisión más absurda o tonta que una persona puede hacer, porque jamás, por más que se esfuerce por buscar amar o sentir lo mismo por otra persona, o inventarse otro amor, es imposible, porque el amor verdadero es una milagrosa atracción que brota o nace directamente del corazón, no de una mente gobernada por intereses materialistas y mundanos.
Lo único cierto es que independientemente de lo que dos personas sientan una por la otra, se necesitan dos, dispuestas humildemente para amar, y por ende decididas a dejarse llevar por este sentimiento tan sublime, maravilloso, amoroso y tierno, para luchar por él y darle vida con valentía a ese amor que está anhelando establecerse en ellas, crecer y tomar vida, pero si una de las dos personas o las dos le restan importancia a lo que están sintiendo, y deciden por cualquier motivo sea: inseguridad, interés, orgullo, cobardía, capricho, falta de perdón o cualquier otro complejo, olvidar todo y continuar su vida cada persona por su lado, a pesar de lo que sienten, ESA OPORTUNIDAD DEL AMOR DE SER se perdió, y tiene que buscar otra pareja que si sea humilde y deseosa de darse una persona a la otra por entero, a pesar de todas sus diferencias, y a la cual pueda juntar para bendecirlos con EL AMOR.
Si conoció a alguien en un momento de tu vida en el que en lo que menos estabas pensando era en buscar una pareja, en que todas tus fuerzas estaban enfocadas en otras cosas, menos en buscar el amor.
Si esa persona te escogió, tocó a tu puerta para entrar en tu vida porque algo le atrajo de ti y llegó a romper la negatividad y el desencanto que tenías hacia el amor, e ingresó con gracia en tu vida, pese a tu carácter amargado con respuestas toscas, frías, casi congeladas como el hielo que le dabas, fue un milagro, créemelo, pero el mérito es para el amor.
Sí esa persona empezó a darte cariño, endulzarte y algo te atrajo de ella porque se las ingenió de alguna manera para poco a poco hacerte sentir una atracción especial, logró dar justo al principio el primer y más importante paso para entrar en tu vida.
Supo con astucia crear en ti un gran deseo de abrirle la puerta para conocerla y querer saber más de ella, por tener un no se qué, que logró atraerte mucho de entrada no más, después hacerte sentir que le gustabas y más adelante te hizo sentir maripositas en el estómago, junto con un nerviosismo extraño, en el que sentías como que te bajaban, subían y hacías el ridículo.
Créeme que pasar de esto a estar enamorado es sólo cuestión de tiempo, que según la interacción que tengan las dos personas, puede ser en un lapso corto o largo, pero lo cierto es que esta primera química que sentimos nos lleva al amor, por eso cortar este sentir cuando apenas está comenzando, por algún complejo o el menor error que uno de los dos cometa, es una crueldad porque podría haber llevado al verdadero amor, ese que cuesta tantísimo encontrar, debido a que el sólo hecho, de sentir todo esto al principio por alguien, es una batalla ya ganada; la más difícil diría yo, porque que una persona totalmente extraña, te haga sentir todas estas cosas, apenas conociéndola, es un verdadero milagro y una química que cuesta mucho que se de.
Es un milagroso flechazo que nos sorprende, que nos atrapa cuando estamos más descuidados; sin estar listos o preparados, el que nos da esa persona que recién empezamos a tratar y hablar, la que con sólo un poco de tiempo de interactuar con ella, sentimos como si la conociéramos de siempre o de toda la vida, porque antes de saber de ella sólo deambulábamos sin rumbo fijo por la vida, con Dios sí, pero teniendo la seguridad de que necesitábamos a un compañero(a) de vida al que esperábamos, pero al encontrarnos con esta persona especial, todo el panorama de nuestra vida cambia de rumbo y empezamos a hacernos muchas y nuevas ilusiones porque nuestra mira la ponemos en esa persona con la que soñamos tener muchas vivencias hermosas en el presente o un futuro muy cercano.
Matar al amor actuando alocada o apasionadamente, casi sin pensar, cuando este está recién comenzando, es desperdiciarlo. Una verdadera crueldad porque de ese montón de personas que conocemos a diario durante años de años, son muy pocas las que nos inspiran esta química tan amorosa y hermosa; y encontrar a una persona que sea libre para nosotros, cuesta mucho más, pero sí, la lucha por mantener vivo ese primer sentir, o esa primera química, para ver si nos conduce al verdadero amor, es un trabajo de pareja, que sí uno de los dos cobardemente desiste, por adelantarse rápidamente a formarse opiniones negativas sobre el otro, sin siquiera darse un tiempo para conocerse mejor personalmente, provoca que todo se quede en la nada o en el olvido, dejando sólo en nuestro recuerdo, un amor que pudo haber sido, pero que no fue, por no luchar con fe y en igualdad ambas partes, por darse el debido tiempo para conocerse más realmente, por medio del contacto físico que es el que define de verdad lo que sentimos y no engaña.
Dejar ir a un amor así, por ir en pos de cualquier otro sentimiento interesado que no es el verdadero amor, es la decisión más absurda o tonta que una persona puede hacer, porque jamás, por más que se esfuerce por buscar amar o sentir lo mismo por otra persona, o inventarse otro amor, es imposible, porque el amor verdadero es una milagrosa atracción que brota o nace directamente del corazón, no de una mente gobernada por intereses materialistas y mundanos.
Lo único cierto es que independientemente de lo que dos personas sientan una por la otra, se necesitan dos, dispuestas humildemente para amar, y por ende decididas a dejarse llevar por este sentimiento tan sublime, maravilloso, amoroso y tierno, para luchar por él y darle vida con valentía a ese amor que está anhelando establecerse en ellas, crecer y tomar vida, pero si una de las dos personas o las dos le restan importancia a lo que están sintiendo, y deciden por cualquier motivo sea: inseguridad, interés, orgullo, cobardía, capricho, falta de perdón o cualquier otro complejo, olvidar todo y continuar su vida cada persona por su lado, a pesar de lo que sienten, ESA OPORTUNIDAD DEL AMOR DE SER se perdió, y tiene que buscar otra pareja que si sea humilde y deseosa de darse una persona a la otra por entero, a pesar de todas sus diferencias, y a la cual pueda juntar para bendecirlos con EL AMOR.
miércoles, 27 de septiembre de 2017
Compartir material original en La Internet es una gran responsabilidad
© Cira Arroyo Fuentes 27/09/2017 09:23 p.m.
Estoy de acuerdo en que La Internet y las redes sociales son libres, que todos podemos expresar nuestros puntos de vista y compartir escritos y vídeos de los estudios y experiencias de vida que hemos tenido para aconsejar a los demás, pero esa ola de YouTubers y blogueros que han salido, que hacen las cosas sin tener un real conocimiento, que se ve a leguas que copian de otros lo que pueden y que para llenar el espacio con material inventan cosas sin sentido o erróneas sólo por obtener Me Gustas o competir con otros para ver cuál gana más dinero, que no meditan con Dios antes de compartir su material pasándolo por su filtro primero para ver si Él está de acuerdo o no con lo que están sacando al aire, me preocupa demasiado.
La creatividad de cada quien es muy valorada, pero hay que analizar muy bien todo lo que comparten porque si son personas que sólo se dejan llevar por el mundo, los deseos o placeres de la carne y no por Dios, pueden desviar grandes cantidades de gente en masa, especialmente a niños y jóvenes que son como esponjas moldeables, que creen y se dejan llevar por todo lo que ven.
Es primordial que los padres eduquen a sus hijos para que no tomen como una verdad absoluta todo lo que los diferentes YouTubers y Blogueros comparten, por eso lo primero que deben hacer con ellos desde muy pequeños es educarlos mediante La Palabra de Dios, porque sólo conociendo la ley de Dios podrán tomar de cada vídeo o página que ven lo que es bueno y desechar lo malo.
Estoy de acuerdo en que La Internet y las redes sociales son libres, que todos podemos expresar nuestros puntos de vista y compartir escritos y vídeos de los estudios y experiencias de vida que hemos tenido para aconsejar a los demás, pero esa ola de YouTubers y blogueros que han salido, que hacen las cosas sin tener un real conocimiento, que se ve a leguas que copian de otros lo que pueden y que para llenar el espacio con material inventan cosas sin sentido o erróneas sólo por obtener Me Gustas o competir con otros para ver cuál gana más dinero, que no meditan con Dios antes de compartir su material pasándolo por su filtro primero para ver si Él está de acuerdo o no con lo que están sacando al aire, me preocupa demasiado.
La creatividad de cada quien es muy valorada, pero hay que analizar muy bien todo lo que comparten porque si son personas que sólo se dejan llevar por el mundo, los deseos o placeres de la carne y no por Dios, pueden desviar grandes cantidades de gente en masa, especialmente a niños y jóvenes que son como esponjas moldeables, que creen y se dejan llevar por todo lo que ven.
Es primordial que los padres eduquen a sus hijos para que no tomen como una verdad absoluta todo lo que los diferentes YouTubers y Blogueros comparten, por eso lo primero que deben hacer con ellos desde muy pequeños es educarlos mediante La Palabra de Dios, porque sólo conociendo la ley de Dios podrán tomar de cada vídeo o página que ven lo que es bueno y desechar lo malo.
martes, 26 de septiembre de 2017
El punto para un negocio lo creas tú cuando crees quien eres
© Cira Arroyo Fuentes 27/09/2017 12:01 a.m.
Muchas personas andan cazando puntos estratégicos para establecer su negocio y se la pasan viendo como le serruchan el piso a otras personas que ya han hecho con el paso del tiempo esos puntos, para lograr que les alquilen o les vendan propiedades que son puntos comerciales y no se ponen a meditar que quizás el mejor punto lo tienen ellos hasta en sus propias casas, pero que lo único que tienen que hacer es creer que pueden hacerlo.
Deberían de pensar muy bien el irse a regalar el dinero que se ganan con grandes esfuerzos a otros, porque este mismo les serviría para hacer las remodelaciones necesarias a su casa o hasta construir su propio local aparte dentro de su propiedad y arriesgarse a crear con paciencia su propio punto comercial.
Los que si tienen la valentía de hacerlo empiezan utilizando una pequeña habitación en su hogar y van ahorrando poco a poco dinero y apenas tienen lo suficiente construyen un local adecuado para su negocio y si tienen poco espacio hasta transforman su casa y la hacen de dos plantas para colocar el negocio en el primer piso y su casa en el segundo piso.
Así es como empiezan muchos grandes emprendedores que con el paso del tiempo han podido ahorrar tanto que crean otros negocios en variados sitios, pero su secreto para hacerlo fue el no irse a aventurar a pagar rentas altísimas para hacer ricos a otros.
Muchas personas andan cazando puntos estratégicos para establecer su negocio y se la pasan viendo como le serruchan el piso a otras personas que ya han hecho con el paso del tiempo esos puntos, para lograr que les alquilen o les vendan propiedades que son puntos comerciales y no se ponen a meditar que quizás el mejor punto lo tienen ellos hasta en sus propias casas, pero que lo único que tienen que hacer es creer que pueden hacerlo.
Deberían de pensar muy bien el irse a regalar el dinero que se ganan con grandes esfuerzos a otros, porque este mismo les serviría para hacer las remodelaciones necesarias a su casa o hasta construir su propio local aparte dentro de su propiedad y arriesgarse a crear con paciencia su propio punto comercial.
Los que si tienen la valentía de hacerlo empiezan utilizando una pequeña habitación en su hogar y van ahorrando poco a poco dinero y apenas tienen lo suficiente construyen un local adecuado para su negocio y si tienen poco espacio hasta transforman su casa y la hacen de dos plantas para colocar el negocio en el primer piso y su casa en el segundo piso.
Así es como empiezan muchos grandes emprendedores que con el paso del tiempo han podido ahorrar tanto que crean otros negocios en variados sitios, pero su secreto para hacerlo fue el no irse a aventurar a pagar rentas altísimas para hacer ricos a otros.
Cada paso de tortuga que damos es un nuevo éxito
© Cira Arroyo Fuentes 26/09/2017 11:08 p.m.
Caerse en esta vida, en nuestro afán de lograr nuestras metas no cuesta nada, lo difícil es levantarse, mantenerse en pie y continuar buscando un camino digno en el que demos, aunque sea poco a poco, todo lo mejor que tenemos mediante consejos u otras obras, para que otros no pasen por lo que nosotros hemos pasado, y no sufran lo que hemos sufrido.
Lanzarse a hacer esto al aire, a la vista de todos, no es fácil, pero tenemos que arriesgarnos por amor a Dios, a otros y a nosotros mismos, porque no podemos dejarnos atrapar por temores, ni personas que se nos atraviesen en el camino para hacernos la vida imposible o amedrentarnos de alguna manera, sea con burlas o críticas destructivas, porque si lo permitimos jamás haríamos nada.
Tenemos que implantarnos, creernos quienes somos, serlo y punto, sin poner oídos a personas negativas que nos quieran echar para atrás en nuestros sueños o metas de vida.
Por eso tenemos que luchar por crear toda buena obra que nuestro corazón motivado por Dios nos manda hacer y aunque la vida es como una roca, difícil de cincelar, y se nos dificulte labrar nuestra historia de vida en ella, hemos de ir abriendo hueco y camino poco a poco, porque el muro permanece siempre delante de nosotros y tenemos que arriesgarnos a cruzarlo para saber que hay del otro lado, con la esperanza de que tarde o temprano, en algún momento, encontraremos la salida a la luz, si continuamos luchando con mucha perseverancia.
A unos se les hace más fácil esta tarea porque tienen mucha ayuda o apoyo por parte de muchas personas que les aportan económicamente y les brindan muchas oportunidades para que alcancen más pronto su objetivo, pero para otros, la tarea es muy dura y tenemos que caminar a paso de tortuga, teniendo siempre suma paciencia, con fe en que algún día lograremos lo que queremos, pero por mientras tanto, cada pasito que damos, es para nosotros un gran logro, un nuevo triunfo o éxito.
Lanzarse a hacer esto al aire, a la vista de todos, no es fácil, pero tenemos que arriesgarnos por amor a Dios, a otros y a nosotros mismos, porque no podemos dejarnos atrapar por temores, ni personas que se nos atraviesen en el camino para hacernos la vida imposible o amedrentarnos de alguna manera, sea con burlas o críticas destructivas, porque si lo permitimos jamás haríamos nada.
Tenemos que implantarnos, creernos quienes somos, serlo y punto, sin poner oídos a personas negativas que nos quieran echar para atrás en nuestros sueños o metas de vida.
Recordemos siempre a quien le creímos, a quienes usó para que tuviéramos la certeza de saber para que nacimos, por qué estamos en este mundo y pararnos bien firmes con plena confianza en nosotros mismos y en Dios, de que lo que realizamos es de valor, que nuestra obra les sirve a muchos y a nosotros también.
Por eso tenemos que luchar por crear toda buena obra que nuestro corazón motivado por Dios nos manda hacer y aunque la vida es como una roca, difícil de cincelar, y se nos dificulte labrar nuestra historia de vida en ella, hemos de ir abriendo hueco y camino poco a poco, porque el muro permanece siempre delante de nosotros y tenemos que arriesgarnos a cruzarlo para saber que hay del otro lado, con la esperanza de que tarde o temprano, en algún momento, encontraremos la salida a la luz, si continuamos luchando con mucha perseverancia.
A unos se les hace más fácil esta tarea porque tienen mucha ayuda o apoyo por parte de muchas personas que les aportan económicamente y les brindan muchas oportunidades para que alcancen más pronto su objetivo, pero para otros, la tarea es muy dura y tenemos que caminar a paso de tortuga, teniendo siempre suma paciencia, con fe en que algún día lograremos lo que queremos, pero por mientras tanto, cada pasito que damos, es para nosotros un gran logro, un nuevo triunfo o éxito.
Para el materialista hacer dinero es más importante que cualquier otra cosa
© Cira Arroyo Fuentes 26/09/2017 05:14 p.m.
Te ha pasado alguna vez que te encuentras viejas amistades de juventud a las que has dejado de ver por muchos años y te cuesta reconocerlas porque han cambiado muchísimo.
Te ha pasado que te ven y te preguntan que te has hecho porque luces tan joven y lo primero que te dicen es: que dicha que no has tenido que trabajar tanto o tan duro como ellos y por eso te has podido conservar, pero la realidad es otra, porque tú también has tenido que trabajar y sobrevivir con la diferencia de que tu mentalidad no posee una ambición desmedida y enfermiza, pero la de ellos sí, porque nunca se conforman con lo que han logrado sino que siempre quieren más y más aunque las huellas de su arduo trabajo y estrés vayan quedando bien grabadas en sus cuerpos y nunca vivan en paz.
Pues los culpables de ese estado físico y anímico es su equivocado Yo interno y Yo externo enfermo por la ambición desmedida y el estrés que les conlleva de la mano y con el que constantemente les bombardea el mundo .
Esto les sucede a estas personas porque nunca supieron encontrar un equilibrio en su YO o en sí mismos con Su Creador, Ser Supremo, Dios o como quieran llamarle, porque desde muy chicos les enseñaron que si querían ser ricos o mantener sus riquezas de cuna, tenían que trabajar mucho o estar invirtiendo constantemente, movilizando sus activos para que les generaran más dinero cada vez , y en este afán por tener más y más, se perdieron en ese estilo de vida y nunca aprendieron a buscar en meditación el estilo de vida equilibrado por la principal brújula que es el gobernador de su Yo interno, que es el que le da fuerzas al Yo externo para afrontar todas las visisitudes en la vida.
Si desde muy pequeños nunca tuvieron esta sana disciplina porque estuvieron bombardeados fuera por mucha o poca gente, en su casa, iglesia y comunidad, que no supieron enseñarles a meditar, porque ni ellos mismos sabían como hacerlo, empezaron a vivir en pos del materialismo porque les impulsaron a hacerlo, sólo pensando en aprovechar su tiempo al máximo ganando algo siempre, porque para ellos el tiempo no se puede usar en otra cosa más que en hacer únicamente dinero en demasía y todo lo demás que se haga es desperdicio de tiempo, porque nada ni nadie es para ellos más importante que el dinero y las riquezas.
Este sistema materialista de vida los tiene siempre actuando como robots o máquinas de hacer dinero y no hablan con nadie ni le dedican su tiempo si no ven que van a recibir dinero a cambio.
Si van a una fiesta ni allí están tranquilos porque su Yo externo o cuerpo físico está allí presente pero su Yo interno está pensando sólo en hacer negocios y en que más hacer para ganar más, de manera que su mente nunca descansa, aunque esté fuera de su lugar de trabajo, o muy lejos de este.
Te ha pasado alguna vez que te encuentras viejas amistades de juventud a las que has dejado de ver por muchos años y te cuesta reconocerlas porque han cambiado muchísimo.
Te ha pasado que te ven y te preguntan que te has hecho porque luces tan joven y lo primero que te dicen es: que dicha que no has tenido que trabajar tanto o tan duro como ellos y por eso te has podido conservar, pero la realidad es otra, porque tú también has tenido que trabajar y sobrevivir con la diferencia de que tu mentalidad no posee una ambición desmedida y enfermiza, pero la de ellos sí, porque nunca se conforman con lo que han logrado sino que siempre quieren más y más aunque las huellas de su arduo trabajo y estrés vayan quedando bien grabadas en sus cuerpos y nunca vivan en paz.
Pues los culpables de ese estado físico y anímico es su equivocado Yo interno y Yo externo enfermo por la ambición desmedida y el estrés que les conlleva de la mano y con el que constantemente les bombardea el mundo .
Esto les sucede a estas personas porque nunca supieron encontrar un equilibrio en su YO o en sí mismos con Su Creador, Ser Supremo, Dios o como quieran llamarle, porque desde muy chicos les enseñaron que si querían ser ricos o mantener sus riquezas de cuna, tenían que trabajar mucho o estar invirtiendo constantemente, movilizando sus activos para que les generaran más dinero cada vez , y en este afán por tener más y más, se perdieron en ese estilo de vida y nunca aprendieron a buscar en meditación el estilo de vida equilibrado por la principal brújula que es el gobernador de su Yo interno, que es el que le da fuerzas al Yo externo para afrontar todas las visisitudes en la vida.
Si desde muy pequeños nunca tuvieron esta sana disciplina porque estuvieron bombardeados fuera por mucha o poca gente, en su casa, iglesia y comunidad, que no supieron enseñarles a meditar, porque ni ellos mismos sabían como hacerlo, empezaron a vivir en pos del materialismo porque les impulsaron a hacerlo, sólo pensando en aprovechar su tiempo al máximo ganando algo siempre, porque para ellos el tiempo no se puede usar en otra cosa más que en hacer únicamente dinero en demasía y todo lo demás que se haga es desperdicio de tiempo, porque nada ni nadie es para ellos más importante que el dinero y las riquezas.
Este sistema materialista de vida los tiene siempre actuando como robots o máquinas de hacer dinero y no hablan con nadie ni le dedican su tiempo si no ven que van a recibir dinero a cambio.
Si van a una fiesta ni allí están tranquilos porque su Yo externo o cuerpo físico está allí presente pero su Yo interno está pensando sólo en hacer negocios y en que más hacer para ganar más, de manera que su mente nunca descansa, aunque esté fuera de su lugar de trabajo, o muy lejos de este.
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