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Cira Arroyo Fuentes 25/09/2017 02:16 p.m.
La situación económica de la mayoría de
las personas está difícil, por lo que el estrés les está robando la paz y hasta matándolas, pero muchas solas
se lo buscan, por no saber pensar, debido a que se ve a leguas como quieren celeste sin que
les cueste, porque sin estar aún listas, toman responsabilidades, pero no quieren perderse nada, tampoco dejan su estilo de vida y
hasta se quedan sin comer, por dejar dinero para comprar cosas para aparentar o
rajar ante los demás, o sea, son oscuridad para la casa y claridad para la
calle.
Muchos
llegada su mayoría de edad, aún siguen viviendo en casa de sus padres, y para
peores se casan o se juntan y siguen allí teniendo uno y más hijos, pero no hacen nada por ahorrar porque dicen que están jóvenes y tienen que aprovechar la juventud al máximo y que su propia casa la pueden comprar después cuando estén más viejos y no hacen nada para independizarse, sino que, por el contrario, sólo se
compran autos lujosos y los cambian con frecuencia, continúan en una pura
fiesta, comprando impulsivamente cosas que no necesitan, sólo por el qué dirán o
andar quedándole bien a los demás, vistiendo al último grito de la moda
implantada por los más desviados materialistas, que no se sacian con nada y ponen a todos a a bailar a su erróneo son en la locura que tienen, y que ni por sí
mismos se aguantan, debido a que muchos son esclavos de la droga y de la
materialista y corrupta vida mundana, por lo que para mantener a como sea su nivel de vida, tienen que sacar dinero en masa a los demás, para sus vicios y su ostentosa
vida.
Mucha gente gasta en desmedida en conciertos, estadios, bailes, diversos eventos más y en viajes dentro y fuera del país, aunque tengan que cargar todos los gastos a sus tarjetas de crédito que ya las tienen saturadas.
Mucha gente gasta en desmedida en conciertos, estadios, bailes, diversos eventos más y en viajes dentro y fuera del país, aunque tengan que cargar todos los gastos a sus tarjetas de crédito que ya las tienen saturadas.
Asimismo les están imponiendo una moda de vestir más cara cada vez para asistir a los
eventos sociales, con largos y costosos vestidos y joyas para las mujeres; así como trajes de etiqueta para los hombres, eso sin contar lo que tienen que gastarse
en los regalos que tienen que dar, en este mundo social, materialista y exigente, que han escogido participar, que vive de una pura fantasía de
momento, en la que los critican en desmedida si usan la misma ropa y joyas en
uno u otro evento o si no dan costosos regalos.
Viven en un mundo en donde la
hipocresía es la reina de estos eventos en donde la mayoría llegan ya cansados
por haber tenido que trabajar tanto y buscan disimular al máximo el estrés que
tienen, sólo por andar codeándose en ese mundo tan lleno de falsedad y
fantasía.
Un mundo al que muchos pasaron a formar parte, sin estar listos aún, ni ser independientes, que cada día les demanda más por el círculo de amistades que tienen, que no les incorporaron en su círculo de gratis sino a cambio de muchas cosas, pero la culpa de que estas personas sean así la tienen sus propios padres que no les pusieron un alto en el camino para enseñarlos a madurar e independizarse a su debido tiempo, sino que viendo que ya ganaban un buen sueldo aceptaron que se quedaran bajo su techo dando limosnas o nada del todo, que continuaron haciéndoles todo siendo ya mayores de edad, permitiéndoles que se dieran la gran vida sin dar siquiera pistas de que estaban ahorrando algo para independizarse; que los vieron que en lugar de ahorrar prefirieron comprar su auto, y seguir sin estar listos aún un estilo de vida que nunca les va a permitir madurar ni salir de la cáscara de huevo y volar solos con la ayuda de Dios, ni saber lo que cuestan las cosas de verdad, las más importantes para toda persona, como es el tener su casa propia, su propio hogar y mantener por completo económica y físicamente a su familia en un lugar aparte.
El problema es que conforme la familia de estas personas que viven bajo el techo de sus padres va creciendo el lugar se va haciendo cada vez más chico e incómodo para todos, provocando gran estrés y problemas entre las familias de los hijos que viven arrimados y sus padres, que son los verdaderos dueños de la casa, perdiendo todos la paz.
Esos padres por alcahuetas nunca más podrán vivir tranquilos y si no se sacuden hasta los sacan de su propia casa, porque a las nueras y los yernos ellos son quienes menos les importa y cuando se sienten estresados los ultrajan cada vez más usando a los verdaderos hijos o sea sus cónyuges para salirse con la suya, que los padres se obstinen, se marchen y quedarse ellos con la casa.
Un mundo al que muchos pasaron a formar parte, sin estar listos aún, ni ser independientes, que cada día les demanda más por el círculo de amistades que tienen, que no les incorporaron en su círculo de gratis sino a cambio de muchas cosas, pero la culpa de que estas personas sean así la tienen sus propios padres que no les pusieron un alto en el camino para enseñarlos a madurar e independizarse a su debido tiempo, sino que viendo que ya ganaban un buen sueldo aceptaron que se quedaran bajo su techo dando limosnas o nada del todo, que continuaron haciéndoles todo siendo ya mayores de edad, permitiéndoles que se dieran la gran vida sin dar siquiera pistas de que estaban ahorrando algo para independizarse; que los vieron que en lugar de ahorrar prefirieron comprar su auto, y seguir sin estar listos aún un estilo de vida que nunca les va a permitir madurar ni salir de la cáscara de huevo y volar solos con la ayuda de Dios, ni saber lo que cuestan las cosas de verdad, las más importantes para toda persona, como es el tener su casa propia, su propio hogar y mantener por completo económica y físicamente a su familia en un lugar aparte.
El problema es que conforme la familia de estas personas que viven bajo el techo de sus padres va creciendo el lugar se va haciendo cada vez más chico e incómodo para todos, provocando gran estrés y problemas entre las familias de los hijos que viven arrimados y sus padres, que son los verdaderos dueños de la casa, perdiendo todos la paz.
Esos padres por alcahuetas nunca más podrán vivir tranquilos y si no se sacuden hasta los sacan de su propia casa, porque a las nueras y los yernos ellos son quienes menos les importa y cuando se sienten estresados los ultrajan cada vez más usando a los verdaderos hijos o sea sus cónyuges para salirse con la suya, que los padres se obstinen, se marchen y quedarse ellos con la casa.