Si queremos alcanzar nuestros sueños debemos ser muy positivos, llenarnos del carácter de Dios y cortar con todo lo malo o negativo que se nos atraviese en el camino para impedirnos ser y hacer porque es mejor llegar a la meta en compañía de pocas personas; pero sinceras.
Surgir con positivismo en la vida no es fácil y para poder hacerlo debemos apartarnos hasta de las personas que gustan de nuestro bienestar; pero no que sea mejor que el de ellas porque su egoísmo y negatividad puede hacernos mucho daño.
Estas personas siempre quieren saber todo de nosotros y de los demás (control), por enfermisamente mantener su autoridad (la mundana y no la de Dios) y superioridad ante los demás se vuelven orgullosas, egoístas y se convierten en personas controladoras, manipuladoras, negativas, desmotivadoras, narcisistas, envidiosas, chismosas, burlistas, calumniadoras.
Se comportan así para robarnos la paz a nosotros y a los demás; por eso debemos tener sabiduría para reconocerlas y nunca debemos dejarnos controlar, manipular ni influenciar por la negatividad de ninguna de ellas ni de nadie porque sólo buscan desmotivar o echar para atrás a las otras personas, para que no emprendan nada y sepultar sus sueños.
Te ha pasado alguna vez que comentas algún logro o algo que inventaste o hiciste a alguna persona y de inmediato en lugar de decirte que que bonito o que importante que es, empieza a encontrarle un punto negro o un defecto y otro a lo que hiciste, o a hacer comparaciones diciéndote que ella u otra persona inventó o hizo algo mejor, o que ese invento no es nuevo, que es más viejo que la vida misma.
Estas personas están tranquilas siempre y cuando ellas sean o se sientan más o superiores a nosotros 6 los demás; pero se levantan como un cuerpo espín a lanzar sus espinas y tratar de punzar y aplastar a quien ven surgir y ser más que ellas, o sea están bien mientras nos puedan manipular para vernos bien; pero jamás mejor que ellas.
A mí si me ha pasado muchas veces, por eso me he alejado de muchas personas porque esa actitud es demasiado fea.
Una persona que te valora jamás hace eso, por el contrario te motiva y le da importancia a todo lo que haces y le compartes.
Te pasado que llamas a alguien para compartirle algo y que esa persona no te deja ni hablar, te corta constantemente y solo empieza a hablar extendidamente de su vida y de los suyos, se pasa el tiempo y tu le recuerdas que no dejó que le contaras tu sentir y de pronto empieza con prisas de que ya no tiene tiempo, que tiene que hacer algo y ya no te quiere escuchar, pues a mí me sucede con mucha frecuencia.
Te ha pasado que lo que sea que hagas le incomoda a algunas personas y lo sabes por sus reacciones y actitudes.
Te ha pasado que saludas amorosamente a alguien y no te contestan o los vuelves a ver con la intensión de saludarlos y son como un pámpano de hielo frente a ti todos serios y amargados, o te voltean la cara, pues a estas personas de fijo les caes mal o no te quieren, por eso no hay que volverlas ni a ver, ni a saludar ni tomarlas en cuenta para nada nunca y es mejor mantenerse lo más alejado posible de ellas porque son personas que no suman nada a nuestra vida sino que te restan.
Mis padres siempre me dijeron que debía ser amable con todas las personas; pero si nos hacían desdén, simplemente ignorarlas y apartarlas.
También me enseñaron que hay que se deseado y no sobrado, por eso de todas las personas que sentimos negatividad, mala vibra o energía hacia nosotros, es mejor apartarse y hacer como que no existen para que vivamos en paz, así esas personas no tienen oportunidad de buscar hacernos sentir mal ni dañarnos ninguna manera.
Dios en La Bibla nos dice en Proverbios 14:16 en la Reina Valery 1960
El sabio teme y se aparta del mal; más el insensato se muestra insolente y confiado.
Tenemos que pedirle a Dios sabiduría para discernir las intenciones de las personas para con nosotros, unirnos a las que de verdad son sinceras y nos estiman y apartarnos de las que son hipócritas, que sólo nos buscan por negocio o por algún interés o que nos procuran mal nada más y después si te vi ni me acuerdo.
Recordemos que caras vemos; pero corazones no sabemos o no conocemos y que el Diablo se viste de ángel y usa a sus servidores para engañarnos y hacernos mal.
También debemos de tener mucho cuidado porque el maligno usa a personas que estén cerca de nosotros, que por delate nos sonríen y por detrás nos clavan puñaladas por la espalda, por eso tenemos que pedirle a Dios discernimiento para descubrirlas por medio de sus actos y sus frutos, estar siempre alertas para no caer en sus trampas porque estas personas sólo te fingen amistad, son expertas en hacernos preguntas para averigüar cosas de nuestra vida privada, que les contemos todo lo que está pasando en nuestra vida y después divulgarlo, en especial lo negativo con lo que pueden hacernos daño porque a nuestros logros o a lo bueno que nos sucede no lo mencionan sino sólo lo malo para denigrarnos ante todos.
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