La gente que no se cuida, que no cree en nada y que vaga sin rumbo por el mundo dejándose llevar por la corriente y cayendo ciegamente o a lo loco, de fango en fango, le choca que personas que se cuidan, sean porque tienen buena moral u otros porque somos cristianos opinemos.
Son personas que obviamente con sus comentarios demuestran su antimoralidad o anticristianidad.
No puede un moralista o un cristiano opinar sobre algo porque de inmediato le caen o atacan en manada porque se creen sabias en su propia opinión y que sólo ellas saben y tienen la razón en todo. Y no son más que una manada de espíritus mundanos altivos y envidiosos que quieren atacar y destruir a los moralistas y cristianos.
Hace poco compartieron la foto de una mujer alzando a un perro inmenso y dándole besos en el hocico y dejándose pasar toda la lengua por su cara y su boca, entonces puse un comentario acerca de que los humanos no debemos humanizar a los animales y que eso mismo dicen los sicólogos y me atacaron en manada diciéndome un montón de ofensas, queriendo decir que la mala y equivocada soy yo, y que para qué soy tan delicada y me cuido tanto porque de todas maneras me tengo que morir.
Eso mismo lo escucho a diario cada vez que me niego a tomar, fumar, a comer comida chatarra, a usar químicos que dañan mi cuerpo, a hacer algo malo, o me utilicen de alguna manera para sus malos o ambiciosos propósitos, etc.
Siempre me dicen que para que me cuido tanto porque de algo tarde o temprano me tengo que morir y esa misma táctica la usan con todas las personas para hacer que hagan lo que ellos quieren y así destruirlas.
Esos ataques los recibo también cuando opino en contra de tatuajes, piercings, drogas, licor, modas bestiales y vida corrupta porque se ponen furiosas cuando las enfrentó, no les doy la razón y mantengo mi firme postura y mi opinión.
El cuento de la gente mundana es que para que nos cuidamos tanto porque de algo tenemos que morirnos y lo cierto es que, si no estamos firmes en nuestra moral o firmes con Cristo y fuéramos personas débiles, estas personas harían con y de nosotros lo que se les da la gana a su manera.
Esas son las estrategias del Diablo para destruir a todos y hay mucha gente débil que cae en sus garras y les hace caso y empiezan a vivir como ellos, que es lo que El Diablo quiere, que no nos cuidemos ni nos autoestimemos, para destruir nuestro cuerpo por fuera y por dentro, para convertirnos como guiñapos humanos o bestias desfiguradas y todas agujereadas, rayadas y marcadas.
Con nuestro cuerpo que es El Templo del Espíritu Santo todo destruido, promiscuo, sucio y corrupto, cayendo de fango en fango.
Como estas personas perdidas no pueden lograr hacernos daño a como quieren, nos cogen entre ojos o nos cogen idea o envidia, entonces nos echan a quien pueden encima, tanto en la vida virtual en las redes sociales, como en la vida real y les hablan mal de nosotros a todo el mundo, para que nadie se nos acerque y nos quedemos solos.
Así usa el Diablo a estas personas, para buscar destruir a los cristianos y a las buenas personas.
No sé si a ustedes les pasa o ha pasado lo mismo que a mí; pero a mí me atacan muchísimo y quisieran callarme para que no hable ni escriba; pero En El Nombre de Jesús sigo adelante y hablo cuando tengo que hablar y callo cuando tengo que callar; pero callarme del todo jamás podrán porque mi misión es predicar de toda palabra que viene de Dios y aconsejar a toda persona que pueda; aunque El Mundo de las tinieblas gobernado por Satanás se me venga encima.
Como cristiana sigo adelante con Cristo y predicando de toda palabra y consejo que viene de Dios porque si las personas de buena moral y los cristianos por cobardía no lo hacemos, las piedras hablarán por nosotros.
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