Amistades con derecho

 © Cira Arroyo Fuentes  07/05/2019  02:18 p.m.

     Muchas personas de hoy sólo buscan amistades de oportunidad, para posibles relaciones aventureras, por tener con quien estar para no andar en soledad y pasear por lugares a la libre, seduciéndolas continuamente para lograr su promiscua meta, que es convertirlas lo más pronto posible en amigos(as) con derecho, para usarlas pasando un rato agradable y sumamente placentero con ellas dondequiera que vayan, y después si te vi ni me acuerdo porque ninguna de estas personas busca nada serio ni quiere echarse encima responsabilidades con otras personas.

Todos quieren vivir el momento al máximo con derecho de hacer con otro(a) lo que se les antoje, como si fuera un objeto de uso pasajero o desechable, que en el presente lo utilizan y después cuando ya no les gusta, se cansaron de tenerlo o se les puso feo, lo abandonan, lo botan a la basura y hasta si pudieran lo borran del mapa para que no le cause problemas posteriores.

Viven la adrenalina que se siente en la fantasía momentánea, la disfrutan con esa persona que les mueve el piso y cuando ya no les hace sentir nada y les estorba, están deseando la menor oportunidad para apartarse de inmediato de ella y no alargar la relación porque ya no les interesa, o ya averigüaron con las preguntas iniciales para conocerle, lo que les interesaba saber y como no cumple las fáciles expectativas deseadas, o ven que la relación no se les va a dar servida en bandeja de plata llena de huevos de oro, la descartan y ya.

Esto sucede en el caso de los que sólo buscan aventuras de una noche, un día, o unos días de cortas vacaciones y también están los que deciden juntarse e irse a alquilar por un tiempo disque para probar a ver como les va y si la relación se da, porque "mientras todo marche de viento en popa" y halla según ellos química, se aprovechan al máximo mutuamente, pero apenas la primera fase de enamoramiento pase, al primer problema se dejan y cada quien coge por su lado y allí no pasó nada.

Así sucesivamente van cambiando de pareja como si fuera de ropa o de casa, recogiendo inmundicia tras inmundicia porque hacen el amor con todos disque para conocerles hasta en lo más intimo, a ver si de verdad les gusta o no, y todos andan haciendo lo mismo.

Debido a esto, se forma entre todos un revoltijo tremendo de personas, al estarse probando unos a otros, por ver con quien pegan, pero a Dios no lo toman en cuenta para nada, sino sólo hasta que creen haber encontrado la pareja que según ellos si es, o sí cumple todas las expectativas que buscaban tanto material y físicamente, así como en la cama.

Y con la tentación latente y constante de las redes sociales y Whatssap, la situación se ha puesto peor porque escogen a una persona, empiezan a conocerla, pero como siguen viendo el catálago de mujeres u hombres de Facebook y otras redes, empiezan a compararle con otras personas que ya están en la red o las nuevas que van entrando y empiezan a buscar ser amistad de ellas también y de pronto les gusta más otra y descartan a la anterior, empiezan a conocer a esta otra y luego ven otras más y descartan a esta otra también, formando una cadena interminable de conquistas de las que no les va quedando ninguna, porque se han convertido en personas totalmente inseguras que entre más buscan más enredan, y más se pierden y ya no saben ni lo que quieren.

Basta ver muchos perfiles para darse cuenta de la inseguridad, soledad, y perdición que estas personas arrastran, que creen que con poner fotos de un carro, una moto, una buena casa, de sus cuerpos vestidos provocativamente o casi desnudos, etc, van a conseguir presas fáciles de inmediato para tener con quien pasar ratos de placer sea cibernética o personalmente, si se les da fácil.

Muchas personas ya tienen todo calculado, y hablan con varias personas a la vez para tener suplente o prepuesto listo(a) para cuando terminen o se les vaya la pareja que actualmente tienen, o ven que ya no les sirve y la dejan por uno(a) más de las personas que tienen preparadas en la lista de conquista.

Hoy día da tristeza el ver que nadie se casa, que uno pasa al frente de muchas casas que asemejan ser familias estables, pero no lo son, porque son relaciones a la deriva que en cualquier momento se acaban, en la que todos están probando a ver como les va, y en la prueba a la libre las mujeres quedan embarazadas, forman familias completas y cuando menos piensa uno se lleva la sorpresa de que llega a esa casa y sólo encuentra a uno de los miembros de la pareja, porque se separaron y la otra persona vive en otro lugar, o no halla a ninguno porque ya el hogar se disipó y ambos se marcharon cada quien por su lado debido a que la prueba terminó y ese hogar se acabó.

En conclusión, eso de los amigos con derecho a la libre y de las pruebas que hacen las parejas, de alquilar por un tiempo para vivir juntos a ver como les va, no es más que un gran engaño del Diablo.

Sólo Dios puede hacer que una relación perdure. si la pareja desde que empiezan a conocerse lo toman en cuenta y respetan su voluntad, manteniendo desde un principio una relación de respeto, en la que se van conociendo poco a poco, con paciencia, experimentando las vivencias que con desencia Dios les permite vivir como novios, sabiendo esperar, hasta que se casen como Él manda.