El mundo actual atenta contra nuestra vida y la de los que aún no han nacido

© Cira Arroyo Fuentes   30/01/2019   01:45 p.m.

     Dirán que soy egoísta, pero Dios, la vida, la naturaleza, etc, me tienen en este momento viviendo en un estado de reláx o relajación total, cuidando de mi persona al máximo: tanto moral, física e intelectualmente hablando; en el solitario, original, espontáneo, pacífico, meditativo y constantemente innovador mundo de mi YO o EL MUNDO DE CIRA ARROYO FUENTES, pero no se me pongan celosos porque SI MEDITO CON DIOS Y ME CUIDO, NO ES SÓLO POR Y PARA MÍ, SINO POR Y PARA USTEDES TAMBIÉN, para seguir dándoles lo mejor, de todo lo que Él me da, y que constantemente descubro y aprendo en este MUNDO ACTUAL, en el que hay que estar bien informado con buenas fuentes, para estar actualizado y muy despierto con Dios porque estamos viviendo en un tiempo difícil, que atenta continuamente contra NUESTRA VIDA Y LA VIDA DE LOS QUE AÚN NO HAN NACIDO, porque pone en peligro no sólo a nuestra salud espiritual, moral y física, debido a la gran ambición, ya enfermiza de poder y materialismo desmedido de muchos, que están provocando grandes problemas económicos en todas las personas débiles e inseguras a las que pueden manipular, que son problemas, de los cuales los que se benefician, son los más ricos y poderosos que quieren acaparar todo para sí.

Somos nosotros los que elegimos ser uno más del montón de manipulados en masa o no, que se dejan lavar el cerebro con las erróneas y liberales ideas de muchas personas que por no creer en Dios ni obedecer su Voluntad, han perdido su identidad, y lo único que los mueve y motiva en su estado de casi locura es una ambición enfermiza al dinero y lo material para tener con que estar dándose cuánto lujo y placer desiquilibrado y enfermizo pueden, viviendo una vida totalmente desenfrenada y en contra de Dios, promoviendo a lo largo y ancho del mundo su vida que ya no sólo es corrupta sino bestial,bbuscando implantarla por la fuerza en todos, sin importarles si las personas se enferman por llevar un estilo corrupto y desenfrenado de vida, que se mueran de hambre, ni que engendren hijos a diestra y siniestra por su libertinaje, porque la solución la tienen ellos, al promover la aceptación del aborto para matar niños que aún no han nacido a como se les antoja.

Somos nosotros los que permitimos que nos quiten todo lo que Dios, nuestros antepasados y nosotros hemos logrado obtener con tanto esfuerzo, sabiduría e inteligencia durante muchos años, porque si decidimos escoger ser muy sabios con Dios podremos sobrellevar esta vida actual y saber elegir con su ayuda lo que más nos conviene para mantenernos sanos y despiertos en todo el sentido de la palabra y en todo tiempo, porque "al camarón que se duerme se lo lleva la corriente", o a la persona o cristiano que se duerme se lo lleva El Diablo.

Nosotros elegimos con la ayuda de Dios, facilitarnos o complicarnos la vida y a nada ni a nadie podemos culpar por nuestras decisiones, ni tampoco podemos obligar a nadie a servir al pasado ni llevar sus cargas, ni a servirnos a nosotros para que nos lleven las cargas que nosotros mismos nos hemos buscado porque ni Dios le lleva cargas a quien puede llevarlas.

Si nuestra vida por ambición y materialismo desmedido se nos torna pesada, es nuestro problema, pero no de los demás porque Dios a todos nos ha hecho libres y con capacidad de decidir si nos complicamos o nos encarcelamos en vida o no.

Nosotros decidimos también el mantener o no intacto el patrimonio familiar que nos han heredado y buscar la forma de cuidarlo que nos permita llevar una vida desestresada, para no sentirnos como reos forzados a llevar cargas que por buscar mejorar nuestra vida o quizás por mera ambición obtuvieron o crearon nuestros antecesores y que al morir queriendo o no, siendo éstas fáciles o difíciles de llevar, nos las impusieron para que las lleváramos nosotros.

Ni ellos ni nadie tiene por qué hacernos sentir forzados a llevar cargas, si éstas lo que hacen no es procurarnos bien, sino robarnos nuestra libertad y paz.

En nuestras manos está el poder de decidir que hacer con estas cargas, si cargarlas o soltarlas para liberarnos de ellas para ser y sentirnos libres.