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martes, 9 de enero de 2018

Lo que para nosotros son defectos para otros pueden ser originales virtudes

     ©  Cira Arroyo Fuentes   10/01/2018   12:29 a.m.

     El hecho de gustarle a alguien, de que se enamore en lo más profundo de su corazón de nosotros, es un acontecimiento muy particular, y si así tal como somos, hemos logrado, aún sin pretenderlo siquiera, que una persona tenga química con nosotros y se enamore, es algo que el destino nos tenía preparado, por eso, si una persona se denota a leguas que babea por nosotros, no tenemos por qué andar con inseguridades ni complejos de querer cambiarnos esto o aquello de nuestro físico para querer ser perfectos para esa persona, porque muchos por afanados en lugar de enamorar más a la persona la decepcionan, porque quizás ese defecto o detalle único y original que te diferenciaba de los demás fue el gancho que hizo que pusiera su atención y amor en ti.

Debemos recordar que si gustos no hubieran en las tiendas no se vendiera, y que quizás ese defecto que tu tienes que a ti no te gusta o incomoda puede ser el mayor atractivo que esa persona observó en ti.

Hace muchos años tuve la experiencia de que me gustaba mucho un muchacho y yo le gustaba también, pero como yo sentía que estaba muy gorda, en un tiempo que no lo volví a ver, me di a la tarea de luchar para perder peso lo más que podía, mediante dieta y ejercicios porque quería que él me viera bien delgada, pensando que lo iba a deslumbrar con mi nuevo look siendo super delgada, pero cuál fue mi sorpresa que él regresó y cuando me vio empezó a alejarse y ya no me miraba con la misma atracción que antes.

Pasó el tiempo y un día me encontré con su papá y cuando me vio tan delgada me dijo que qué había hecho, que por qué me había adelgazado tanto. Entonces le dije que lo había hecho para que su hijo se sintiera mejor conmigo, pero él me dijo que había cometido un gran error porque a su hijo le encantaban las mujeres rellenitas no las que son demasiado flacas.

Este es sólo un ejemplo del por qué no debemos erróneamente de hacernos cambios sólo por querer gustarle a alguien. Si los hacemos deben ser por mejorar nuestra salud, autoestima, sentirnos mejor y gustarnos a nosotros mismos, pero no hacerlos por quedarle bien a los demás, porque nos podemos llevar la gran sorpresa de que los cambios que nos hacemos en lugar de acercar a nuestro ser amado nos lo alejan.

En fin, nosotros somos los dueños de nuestra vida y los que sabemos los problemas que nos ocasiona algún defecto o daño físico que tenemos, pero si está en nuestras manos el poderlos resolver hemos de hacerlo, por nuestro bien, y si a la persona que amamos le disgusta, en primer lugar está el sentirnos bien con nosotros mismos y sentirnos saludables, que el quedarle bien a los demás, aunque esta persona sea nuestra pareja.




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