Amo darle rienda suelta a mi imaginación

© Cira Arroyo Fuentes   12/10/2017   10:03 p.m.

     Lograr sentarme y concentrarme esporádicamente mientras hago mis labores cotidianas, o al finalizar estas, para pescar pensamientos o escribir libremente mis ocurrencias no es tarea fácil, pero el deseo y responsabilidad de crear nuevas obras, que por voluntad me he impuesto, no me permiten dejar pasar en vano ideas maravillosas que continuamente me nacen, como chispitas que desean ser atizadas para vivir y lograr hacer un fuerte fuego.

Y aunque hago esto de forma voluntaria, como un pasatiempo porque amo las letras y las palabras, lo tomo en serio, pero tengo que ponerme los límites que Dios y mi persona establecemos.

Puedo darle rienda suelta a mi imaginación con todos los pensamientos que tengo para permitirles ser a cualquier hora del día, porque Dios me ha echo una mujer libre que disponga de tiempo para ser y hacer lo que quiero, pero aún así, tengo que auto disciplinarme con Él, debido a que si no duermo o descanso pongo en riesgo mi salud y la calidad de las obras que vienen a mi inspiración.

No sé si a todos les pasa lo mismo que a mí, pero el día cada vez se me hace más corto y siento que el tiempo no me alcanza, y tengo que luchar para no dejar en el olvido buenas ideas que se me ocurren, en la noche cuando no puedo dormir, en la mañana apenas despierto o en el día, cada vez que toco agua, sea cuando lavo los platos o me ducho.

Es interesante saber y reconocer que todo un universo de inspiraciones está a mi alcance y que sólo debo disponerme a pescarlas, porque soy pescadora de profundas ideas con las que por ende los pesco a ustedes también, así como todos en la vida tenemos la tarea de ser pescadores en cualquiera que sea el ámbito o ambiente que hayamos escogido estar y el mar para todos es el mismo, pero tenemos que creer que lo que hacemos es importante para Dios, para nosotros y todos, por lo que no debemos tener temor de entrar en el agua para nadar, porque si Dios está con nosotros, quién contra nosotros.

La vida es un sueño y cada persona tiene sus metas o sueños particulares por alcanzar, pero sólo con valor y la ayuda de Dios podremos alcanzarlos.

En mi caso particular mi sueño es escribir siempre, porque amo darle rienda suelta a mi inspiración.