Quien te quiere, que te acepte como eres y si no que se aparte

 © Cira Arroyo Fuentes   10/09/2017   04:13 p.m.

     Ser tal como uno es, sin fingir personalidades que no son nuestras, nos garantiza paz y nos hace ahorrar tiempo y dinero también, porque no los desperdiciamos pretendiendo ser quien no somos, sino que hemos decidido, que lo mejor en toda relación que tengamos con los demás, es mantener los pies muy bien puestos sobre la tierra y las cartas bien tiradas sobre la mesa, así el día de mañana nadie puede reclamarnos nada, debido a que a la persona que aceptaron en su círculo la conocían bien, sin trampa ni engaño.

De todas maneras si no mostramos nuestra verdadera personalidad con todas nuestras virtudes y nuestros defectos desde un principio en cualquier momento la van a conocer, por eso mejor temprano que tarde.

Que nos conozcan tal como somos, con nuestra dulzura y con nuestras rabietas, en fin, con nuestra propia manera de ser y si se quieren ir o alejarse de nosotros, pues que se vayan y se aparten., ...otras personas vendrán, pero no podemos engañar a nadie y peor aún a nosotros mismos, porque la verdad de nuestra verdadera personalidad en cualquier momento sale a la luz.

Debe ser terrible encarcelarnos u obligarnos a vivir una vida que no es realmente la nuestra, queriendo jugar de vivos con una vida llena de mentira, sólo por quedarle bien a los demás, cosa que es difícil, porque si le caemos bien a unos a otros no, por eso lo importante es estar nosotros contentos con nosotros mismos y quedarle bien a Dios, porque nunca le podemos quedar bien a todas las personas.

Tenemos que huir con Cristo de la hipocrecía, porque la mayoría de las personas viven estresadas trabajando hasta el cansancio para ir todos los días después del trabajo, fines de semana o días festivos a pagar costosas sumas al estilista en el salón de belleza, a la modista, comprando continuamente aunque no lo necesiten de verdad, ropas costosas en las tiendas y muchos artículos más en otros negocios de moda y belleza, por lucir esplendorosamente innovados de acuerdo a la moda, como si fuera otra persona en los eventos a los que asisten, pero una vez que ha pasado la fiesta, que regresan a su casa, se despiden de sus amistades y cierran la puerta; poco a poco su maquillaje y peinados se desvanecen y la costosa fantasía en la que invirtieron se les acaba y vuelven a ser quienes verdaderamente son.

Se acuestan muy cansados y al día siguiente se levantan de nuevo para ir a trabajar duro todos los días, y el fin de semana continúan su círculo vicioso de crear su otra u otras personalidades de nuevo y para conseguirlo no les importa gastar lo que sea, con tal de que no los vean tal y como son.

Y el fin de semana vuelven a enmascararse con capas de maquillaje, tintes, permanentes y si tienen vacaciones y dinero no lo piensan dos veces para invertirlo en hacerse cirugías, implantes y más, y lo hacen aunque no tengan dinero y deban cargarlo a su tarjeta de crédito y quedar con una gran deuda, todo por no aceptarse y afrontar la vida tal y como son.

Más cansado aún es para los que acostumbran salir casi todos los días después del trabajo porque nunca descansan y tienen que enmascararse a diario para montar todo un teatro en donde y conquiera que estén, según la clase o grupo de personas con las que se relacionen, fingiendo su voz, su caminar, haciendo falsos ademanes mostrando a todos una personalidad que no es la de ellos, sino adoptada de las personas con las que se relacionan en la vida social del falso mundo que le rodea, porque hacen lo que sea por estar en ese círculo, aunque pongan en peligro su salud y hasta su vida en ello.

En conclusión es mejor ser uno mismo y que quien te quiere, que te acepte como eres, y si no, que se vaya o se aparte.