El libre albedrío es para todos y no sólo para unos

Así como una persona basándose en el libre albedrío de escoger que Dios, nuestro creador le dio y pensando sólo en ella por ambición, se atreve a dar malos consejos, productos y servicios dañinos para los demás, que a su vez, en libre albedrío los aceptan, sabiendo muy bien que se hacen mal y le hacen mal a otros con eso y su mal ejemplo.

Asímismo, toda persona tiene libre albedrío o es libre de dar y de recibir un consejo o conocimiento bueno y saludable porque nadie tiene derecho de callar o de impedir la opinión de nadie.

Dios nos hizo libres a todos de escoger que dar o que recibir y no sólo hizo libres a unos pocos.

Dios nos ha dado libre albedrío de vivir en un mundo libre lleno de opiniones; pero no de ambiciosos y egoístas ultrajes y engaños.

Dios nos da la sabiduría  para discernir que es malo y que es bueno, por eso siempre hemos de darle a los demás lo mejor y no darles lo malo por ambición, sólo porque es lo que deja más dinero. 

En resúmen, la lucha es entre el bien y el mal, y cada quien tiene libre albedrío de escoger defender su punto de vista y que sea Dios quien guíe a las personas a saber escoger; por eso, como va a escoger una persona si unos se creen los dueños del mundo, que sólo lo que ellos por ambición al dinero hacen y quieren que se propague para apagar toda luz o conocimiento de Dios, para destruir o promover la autodestrucción y que todos se destruyan por ser ellos cada vez más ricos sin importarles hacerle mal a todos.

Pues no, los que luchamos por hacer el bien con la ayuda de Dios, no podemos permitir que cayen nuestra voz, ni que callen la voz de las personas que hacen y propagan el bien aunque les caigamos mal a los ambiciosos que no les importa dañar a las personas con tal de vender y hacer más dinero cada vez con todo lo que hace daño. 

Los servidores de Dios y del bien somos con Dios luz y sal en este mundo y tenemos la responsabilidad ante Dios de hablar la verdad, para que llegue a todas las personas y ellas puedan escoger qué camino seguir.

Jamás podemos permitir que todo el mundo se llene de oscuridad ni que los servidores del Príncipe de las tinieblas que maneja todo el mal y todos los productos y servicios insanos en el mundo, se salgan con la suya y sigan propagando maldad y destrucción para acabar con todos y con el mundo, que es lo que Él Diablo quiere, que es destruir la obra de Dios.