Dar; ...¿pero dar qué?, ¿qué es lo que alguna gente quiere que uno de o viceversa?...
Todos tenemos algo distinto que dar, según nuestros dones y talentos, según lo que tenemos y lo que podemos, según la cosecha que más frutos de en nuestra vida porque no podemos dar lo que nosotros mismos no hemos cosechado, porque dar lo que otros nos han dado y no nos ha costado, eso no duele, lo que duele es lo que con gran esfuerzo luchamos, eso que nos demanda todo nuestro tiempo y toda nuestra vida.
Damos lo que tenemos; pero lo que no, como lo vamos a dar, el problema es que algunas personas quieren que le demos a ellos o a los demás sólo lo que ellos quieren, podamos o no, y no valoran para nada muchas cosas que uno da porque repito, "no son lo que ellos o las cosas que ellos quieren las que debemos dar ni tampoco pretender que los demás nos den las cosas que nosotros queremos que nos den", simplemente tenenos que sentirnos conformes y ser agradecidos con lo que Dios nos da para dar y estar conformes con lo que Dios les da a los demás para que nos den a nosotros; y en la manera sabia de como ambos: La persona que da o la que recibe, administren o aprovechen lo que dimos o que recibimos es donde está la diferencia.
Digo esto porque hay muchas personas acostumbradas sólo a que les den de gratis dinero o algo material y tanto reciben sin esfuerzo ninguno, que nada valoran porque quizás de lo que están sedientas es de un consejo, de una guía, de una palabra de aliento o de algo que les motive a seguir viviendo porque su vida, a pesar de obtener dinero y todo lo material fácil, están vacías porque es una llenura espiritual la que de verdad están necesitando.
Recordemos que no somos para los demás, ni los demás son para nosotros, como monedita de oro, para en viceversa caernos bien ni aprobar todo lo que hacemos o damos, y que lastimosamente, por más bien que queremos dar o hacer, siempre hay personas ponsoñozas que evidentemente nunca están conformes con lo que damos o hacemos, que por el contrario, se denota que desearan hasta que no existiéramos porque no quieren recibir ni valorar lo que uno hace o si puede darles.
Esa manía del ser humano de querer que todos hagan lo que ellos, que sean como ellos, que den lo que ellos y que vivan como ellos es totalmente monótona y tradicionalista porque es una manera de vida y de ser cerrada al cambio.
Una forma de vivir con mentes cerradas que no aceptan ningún cambio porque se casaron o se apegaron para siempre con lo que aprendieron en el pasado y punto.
Esa puede ser una de sus razones, y entre otras, puede existir el no tolerar cambios dependiendo de quién vengan, y sus motivos tendrán.
Lo único cierto es que el ataque y la crítica respecto a lo que damos o no, o si damos o no es constante y se siente aún sin hacerse evidente y más cuando lo es.
Nosotros sólo debemos con la luz verde de Dios salir y seguir adelante e ignorar toda intención punsoñosa que se nos atraviese en el camino y seguir dando lo que nos nace en lo más profundo de nuestro corazón, seguir con lo que damos y lo que podemos, aunque veamos que las personas lo que claramente quieren que demos sea dinero, bienes y cosas materiales porque no les interesa para nada que les demos las riquezas espirirituales que Dios nos da.
Dios nos hizo a todos diferentes y por lo tanto no tenemos que ser igual, ni hacer lo mismo, ni dar lo que otros dan, sino DAR lo que más nos grita Dios en nuestro corazón que demos que es a Él y todo lo que Él nos da para dar.
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