Por Cira Arroyo Fuentes, 20/02/2022, 11:48 am
Diga lo que diga el mundo, si nosotros queremos vivir en paz, debemos de usar sabiamente nuestro dinero y nuestros recursos de acuerdo a como nos enseña Papá Dios en La Biblia (Proverbios 6:1-5, Proverbios 20:16, Proverbios 22:07, Proverbios 26:27) y no usarlo ni desperdiciarlo conforme nos enseña El Príncipe de Las Tinieblas del mundo y sus servidores.
Si no nos urge conseguir dinero prestado a no ser por algo de vida o muerte digamos un NO rotundo al dinero plástico o tarjetas de crédito para que vivamos en paz.
Debemos de educarnos y disciplinarnos con Dios y ser humildes para conseguir tener tranquilidad y no tener deudas para que nunca tengamos que vivir con acreedores cobrándonos y acosándonos, por lo que para lograr no deber debemos acostumbrarnos a vivir de acuerdo a nuestro salario y hacer un presupuesto para gastar sólo del dinero contante y sonante que , ya nos hemos ganado y tenemos en mano porque sólo así podemos tener un mejor control de nuestros gastos y no andaremos comprando cosas innecesarias, ni viajando si no tenemos dinero.
No debemos de incurrir en deudas sólo por rajar o quedarle bien a los demás y aparentar ante ellos porque el precio de vivir en la luna, soñando y cumpliendo nuestros sueños o los sueños de otros, sirviéndoles como fiadores (Proverbios 22-26-27) endeudándonos con tarjetas de crédito nos puede salir muy caro y hasta nos puede enfermar, mientras los demás, a quienes les ayudamos, les quedamos bien y disfrutaron a montones a sus anchas de nuestro dinero sin haber trabajado ni haber hecho nada (Proverbios 6:6-11) ni nos pagan lo que nos pidieron prestado, ni mueven, ni moverán nunca un dedo para ayudarnos a salir de las deudas y no les importa el seguir instándonos a gastar porque son unos vividores que sólo quieren vivir de nosotros dándose la gran vida y enriquecuéndose u obteniendo más cosas y bienes a costilla de quienes les invitaron, prestaron o les sirvieron de fiadores, haciéndose muy claro el dicho de que ¨Los vivos viven de los tontos¨.
Debemos ser humildes, no gastar más de lo que podemos, y ahorrar por nuestro bien; para ir con paciencia comprando todo lo que necesitamos para vivir bien en un orden de prioridades; aunque los demás digan sandeces de nosotros, que somos unos pinches, egoístas, que nunca nos damos gustos, que nunca les compramos nada de lo que venden, que nunca regalamos nada, que no salimos, que no los invitamos, etc.
A nosotros no nos tiene que importar lo que piensen o digan los demás porque de todas maneras seamos buenos, malos, dadivosos o no, a la gente nunca se le queda bien, por eso, si queremos mantenernos en paz debemos de cuidar muy bien y gastar sabiamente el dinero que tanto nos cuesta ganarnos.
El dinero plástico, es un total engaño porque las personas, si no se miden o se controlan, pueden acarrear deudas enormes que después no les permite tener un minuto de tranquilidad porque muchos adquieren desenfrenadamente deudas tan enormes que duran pagándolas durante toda su vida convirtiéndose de por vida en exclavos deudores de sus acreedores (Deutoronomio 28:44-45), todo por no saber pensar con Dios y seguir como monigotes el ritmo de vida materialista y acelerado del mundo en donde El Diablo juega a como quiere con muchos.
Hay que cumplir poco a poco nuestros sueños siendo realistas, manteniendo nuestros pies muy bien puestos sobre la tierra y si debemos dinero, lo primero que debemos de hacer es pagar nuestras deudas, y hasta tanto no lo hagamos, no podemos andar dándonos lujos ni gastando lo que no tenemos y aumentando más aún nuestras deudas.
Si bien es cierto que para comprar un auto, lote, una casa o propiedades debemos obtener crédito y mantenerlo en buen estado porque así demostramos que somos responsables con nuestros pagos, eso no significa que debamos adquirir más créditos de lo necesario y endeudarnos desenfrenadamente.
Debemos disciplinarnos al usar nuestro crédito, por nuestro propio bien y sólo usarlo en caso de emergencias y acostumbrarnos a cubrir nuestros gastos con el efectivo que tenemos y no más porque el dinero plástico o prestado tenemos que pagarlo en el plazo justo y si no lo hacemos nos arriesgamos a no tener nada nunca por vivir todos endeudados o a perder lo que ya tenemos si lo hemos hipotecado porque los bancos si no les pagamos lo poco o mucho que les debamos de manera responsable y a tiempo, nos quitan todo para pagarse las deudas con eso.
Olvidémonos del dinero plástico y sólo usémoslo si verdaderamente nos es necesario obtener un buen crédito, si es que nos urge tener auto y casa propia; pero si ya tenemos una vida estable, hagamos de cuenta que no existe porque es la única manera de que podamos vivir tranquilos sin el temor de que en cualquier momento si nos atrasamos con los pagos de la tarjeta o tarjetas, vamos a perder nuestro patrimonio que tanto nos ha costado.
En conclusión, es muy duro llegar hasta a enfermarse por causa del estrés de deber tanto o morirse antes de tiempo por esta causa, ó llegar al final de nuestra vida sin tener nada ó tenerlo sea poco o mucho; pero deberlo todo y estar con el contínuo problema de que si no pagamos a tiempo nuestras deudas, los acreedores nos pueden embargar todos nuestros bienes y lo perderemos todo.
Es muy duro ver como los acreedores hacen extremamente ricos a costilla de todos sus deudores y no les importa dejarlos en la completa calle si no pueden pagar, y más duro aún que por pequeñas deudas que tengan en las que les pusieron a responder con poco ó mucho de lo que tienen, al no poder pagárselas les quitan todo.
Finalmente, yo no culpo a los acreedores porque ese es su trabajo y su forma de ganar dinero, sino que culpo a la gente por ser tan tonta, ambiciosa, materialista y tan fácil de dejarse llevar por la velocidad del mundo y querer todo rápido ya, y dejarse llevar también por modas y vanidades de la vida queriendo disfrutar de lo que no pueden aún, por guardar las apariencias con los demás y seguir la moda de la viajadera que se acostumbra ahora, en que todos quieren andar volando de país en país cargando el costo de sus viajes a las tarjetas de crédito y endeudándose cada vez más por querer vivir todo ahora rápido aunque tengan que pasarse toda la vida estresados pagando todas las deudas que adquirieron por no saber ó no querer pensar o meditar antes con Dios.
Y es triste ver como en los lobbys de las universidades y colegios se forman filas de acreedores para endeudar lo más pronto posible a los estudiantes apenas cumplen su mayoría de edad, en donde muchos por no tener como pagar su carrera y sus estudios universitarios adquieren elevadas deudas a rienda suelta y se vuelven locos gastando el dinero plástico y después no consiguen trabajo ni para pagar lo que deben, y si sus padres le sirvieron como fiadores o pusieron a responder sus bienes o propiedades, se arriesgan a perder todo si no pagan.
Esto les sucede a los estudiantes y padres que no pueden pagar los estudios universitarios; pero pasan por esto por no saber pensar porque los estudiantes en lugar de recurrir rápido a un crédito lo que deberían hacer es buscarse un trabajo; aunque sea humilde y así con paciencia pueden ir llevando poco a poco materias de su carrera pagándolas poco a poco sin endeudarse.
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