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sábado, 19 de febrero de 2022

Si nos mantenemos creando con Dios no tenemos tiempo para quejarnos

 

Por Cira Arroyo Fuentes, 02/19/2022 3:04pm

      ¡Qué quejadera nos tenemos por Dios Santo! 

Nos quejamos de la soledad, de no poder estar solos, de tener a mucha gente alrededor, de estar casados, de estar solteros, de ser ricos, de ser pobres, de ser muy altos, de ser muy bajos, de nuestro cuerpo, de si somos muy feos, de si somos muy bonitos, de si somos blancos, de si somos negros, de si tenemos mucho que hacer, de si no tenemos nada que hacer, de si salimos, de si no salimos, de si estudiamos, de si no estudiamos, de si trabajamos, de si no trabajamos, de si comemos mucho, de si no comemos nada, etc, en fin, nos quejamos de todo.

Nunca nos sentimos verdaderamente felices ni conformes con nada de como estamos porque soñamos algo, luchamos por conseguirlo y apenas lo logramos tener, sentimos que nuestra vida  no es nada exitante y se nos convierte en una vida pasiva, rutinaria y monótoma otra vez. 

En otras palabras, mientras nuestro estado de emoción, exitación o pasión esté encendido y todo nuestro cuerpo y nuestro ser se mantenga luchando a millón por conseguir algo pasional, nos mantenemos con todas nuestras fuerzas enfocadas u ocupadas en eso porque continuamente inventamos o hacemos algo para conseguirlo y sentirnos ganadores o vencedores; pero cuando ya nos llega o lo conseguimos nos sentimos irreactivos otra vez y sin nada interesante o importante que hacer de nuevo.

Es por esto que toda persona debe estar en comunión con Dios quien es nuestra fuente de vida para fluir con Él y refrescarse en todo momento con Él y con su verdadero amor en sus Ríos de agua viva para que se mantenga siempre fluyendo e innovando para Su Gloria.

Así la persona manteniéndose en concentración con Dios y fluyendo e innovando con Él, se sentirá amada, feliz, ocupada y no tendrá nunca tiempo para quejarse, ni para andar perdiendo su tiempo viendo o criticando lo que hacen los demás, ni buscando ni rebuscando con desesperación y locura, algo o alguien que le haga feliz porque con Dios le basta, y Él en su momento, se encargará de darle eso si ve que de verdad lo necesita porque con andar rodando y probando de lugar en lugar y de persona en persona todo por buscar el verdadero amor y una relación estable lo único que se consigue es arriesgarse a pasar por grandes peligros, promiscuirse y corromperse por ni esperar con paciencia el tiempo de Dios.


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