Por Cira Arroyo Fuentes, 12/01/2021, 1:05 p.m.
Recuerda que cada invento vanidoso, necesitado o no, que el hombre hace para vender o regalar, crea nuevas necesidades a las personas, porque ese invento a su vez crea o genera necesidades de mantenimiento o cuidados con muchos productos en que por añadidura tendremos que comprar y gastar aún más.
Analiza o medita muy bien en lo que compras porque si lo que quieres es hacerte la vida fácil, económica, y evitar convertirte en un acumulador de "chunches sin sentido", o un comilón/a de comida chatarra que enferma, debes escoger tener una vida simple, obteniendo y consumiendo sólo lo que en realidad necesitas para vivir y alimentarte bien, adoptando con sabiduría una vida simple, en la que teniendo, consumiendo y comiendo menos, tienes más, te ahorras de pasar muchos trabajos y enfermedades, de gastar o invertir mucho de tu tiempo, recursos y dinero para cuidar y mantener todo lo que vas adquiriendo y acumulando a través del tiempo o de los años.
Vivimos en un mundo saturado de gente con motivaciones variadas, en el que unos crean o inventan algo y se hacen comerciantes porque de verdad les motiva la necesidad para sobrevivir; pero a otros que son enfermizos vanidosos y materialistas, les motiva la ambición de tener riqueza y poder en demasía.
Ambos, por la motivación o razón que sea, se convierten en comerciantes o vendedores que nos mantienen bombardeados con anuncios de sus productos y servicios contínuanente, creándonos con sus inventos o lo que sea que vendan, muchas necesidades reales y ficticias, haciéndonos soñar con personas, cosas, productos, comidas y servicios que en realidad unos si nos sirnen; pero otros, ni los necesitamos ni nos sirven para nada, sino que nos agobian porque no aportan nada de provecho a nuestra vida, sino que, por el contrario; nos estresan, nos dañan, enferman y por eso muchos no los consumimos ni tenemos, ni nos hacen falta; pero los comerciantes hacen hasta lo imposible para llegar a nuestras casas y a nuestra vida a como sea, por medio de anuncios con megáfonos, anuncios publicitarios en todos los medios posibles y hasta llegan a la puerta de nuestra casa, por mover la economía, y lavarnos el cerebro para que compremos su invento, producto, comida, servicio, o asistamos al cine, concierto o conferencia, etc, para vendernos algo tangible o intangible con que lucrar ellos.
El bombardeo publicitario es extremo, haciéndonos creer que tenemos el deber forzado de comprar y punto, hasta parece que quisieran entrar a nuestra casa para obligarnos a adquirir su producto sea al contado o a crédito, y no podemos ni salir a la calle, ni saludar a la gente con amabilidad, porque de inmediato se nos acercan; pero no para saludarnos amable y desinteresadanente, sino sólo para vendernos algo y si no les compramos, ni nos dan importancia, nos miran de arriba a abajo y nos hacen mala cara.
En todas partes, los vendedores ambulantes nos quieren vender cosas casi por la fuerza, y la gente que pide limozna o dinero, pareciera que desearan acercarse para abrirnos nuestro bolso o cartera por ver cuánto dinero andamos, y tenemos que tener cuidado de que no nos lo arrebaten.
A ninguna de estas personas les importa que nos quedemos sin dinero para nuestro transporte, que nos endeudemos pidiendo prestado o con tarjetas de crédito y que hasta perdamos todo lo que tenemos y nos quedemos muriéndonos de hambre, con tal de hacer ellos dinero sea para comer, vicios o acumular ambiciosamente más riqueza y poder cada vez; pero tenemos que ser fuertes ante tanto acoso comercial local, callejero y virtual, y comprar sólo lo que de verdad necesitamos, para que sigamos teniendo nuestra casa y nuestro patrimonio, y si estamos alquilando y deseamos comprar una casa y tener un patrimonio, con más razón debemos de ser más ahorrativos para que pronto logremos nuestros sueños porque ninguno de esos orgullosos, ambiciosos y enfermizos de dinero y poder, van a venir nunca a suplirnos de un techo, a vestirnos o a darnos un plato de comida, sino a ver que nos quitan.
La vida consumista, materialista y social es cara, esclavisante y roba mucho tiempo y dedicación; pero muchos se aferran a ella, y aunque ya tengan mucho, siempre quieren más cada vez y no la quieren soltar o dejar por nada, por eso se convierten en fríos manipuladores enfermizos que quieren jugar, negociar y tratar a todos a como quieren y más les conviene a ellos.
En conclusión, los inventos que los hombres crean sea por ambición o por necesidad, originan necesidades nuevas que muchas veces son más costosas que el propio invento en si, y todo en conjunto, es lo que mueve a la economía convirtiendo o haciendo que en el mercado exista una competencia o lucha entre vendedores y consumidores, en donde ambos buscan la manera de sobrevivir, o vivir, unos de una manera totalmente orgullosa y enfermiza, procurando siempre mantener o aumentar su alto status social, buscando siempre activa y estresadamente, la forma de quitarle lo que tienen los más pasivos, que son felices con lo que tienen; pero les andan con cuidado a los vendedores, para que no les quiten lo que tienen porque los comerciantes y personas ambiciosas e insaciables, sólo se importan ellas, sus familias y sus amistades y quieren acapararlo o adueñarsen de todo, para tener poder y dinero a manos llenas para sus lujos, viajes y activamente ambiciosa y pedante vida social; "pero les vale nada o un comino", lo que les pase a otras personas y las necesidades que tengan.
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