© Cira Arroyo Fuentes 24/09/2004 03:00 p.m.
Soy una poeta, una palabra o una frase andante, un consejo, un bien, una intelectual, una soñadora; pero lo que sea que soy, me siento orgullosa de serlo porque puedo libremente ser y dejar ser, sin agobiarme y sin agobiar, sin robar y sin dejar que me roben, sin dañar y sin dejar que me dañen.
Voy aceptando y esperando con fe las promesas de Dios, en las que Él me dice que todo aquel que con sinceridad trabaja por su obra, obtendrá fruto y en abundancia, en el momento de Dios y no en el mío.
Soy lo que escribo y escribo lo que soy, por eso muchas veces lo que escribo es controversial, pero es lo que me nace; sea que parezca cordura o locura, fantasía o realidad porque como de todo he vivido...de todo escribo, ... así como escribo también de lo espiritual y de lo carnal.
Es mentiroso quien se hace llamar hijo de Dios y no reconoce que ha vivido todo esto porque desde que somos parte espíritu y parte cuerpo, no podemos ignorar ni separar las vivencias de cada estado debido a que quien hace esto es un fariceo hipócrita, que no solamente trata de engañarse a sí mismo, sino a los demás y a Dios; pero Dios conoce la radiografía de todo nuestro ser espiritual y carnal, y sabe nuestra realidad.
Sólo escribo, con perfección o sin ella, y cada escrito tiene su propio mérito y su propio fruto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Siéntanse libres de dejar sus comentarios y sugestiones. Bendiciones