© Por Cira Arroyo Fuentes 06/03/2019 02:08 p.m.
A veces pensamos que hacer y hacer cosas físicas es lo que realmente vale, porque es lo que nos hace ganar fama y ser vistos ante todos que estamos trabajando arduamente y ganando dinero.
El mundo nos ha inculcado esas ideas, pero no todo en la vida es dinero y no todo tiene forma física, ni tangible ni se hace para venderse.
La lucha de quienes procuran opacar y menospreciar a quienes no hacen obras a la vista de todos, que muestran continuamente su trabajo, que gustan de hacer mucha bulla en todo lo que hacen para ser vistos y admirados por muchos, por lo mucho que se mueven, o lo activos que son, es constante y siempre están buscando la forma de sacar a la luz o hacer evidente que sólo ellos hacen, trabajan etc, y que otros, según ellos, no hacen nada; sólo porque no los ven en la calle o alardeando en público por cada paso que dan o cada cosa que hacen desde que se levantan hasta que se acuestan.
Lo cierto es que nadie puede disminuir a otros por buscar su propia exaltación porque cada quien sabe lo que hace en lo oculto y en cualquier momento lo que hizo sale a la luz.
Los que madrugan, se van a trabajar y no paran durante el día siempre se la pasan humillando y tratando de bajarle la autoestima a los que creen que no hacen nada y se les olvida que las grandes ideas han nacido de personas meditativas, que parecían no hacer nada y estaban haciendo todo.
Todo cuánto existe ha surgido de ideas o pensamientos, que han sido escritos, leídos y releídos para darles el orden debido y de último se construye el producto final que le da vida a todo, pero todo es un conjunto que se complementa y el producto no puede vivir sin antes haber existido ideas y pensamientos que se convirtieron en palabras y estas ideas y palabras tampoco sirven de nada si no se materializan también.
Quienes menosprecian a los escritores y las letras, que dicen que son unos vagos, etc, se les olvida que las palabras y los escritos también tienen vida. Que aunque no tengan una forma física visualmente evidente en tamaño, son quienes con palabras sabias guían a los que construyen las grandes obras tangentes de muchos tamaños que existen, que son la base que guía a los que alardean mucho de su trabajo al hacerlo tangible, pero que no se ponen a meditar siquiera quien fue la persona o personas que tuvieron las ideas de hacer lo que ellos están fabricando.
Las palabras y los escritos tienen vida a través del tiempo y que mejor ejemplo que las palabras escritas en La Biblia que son las mismas siempre y con el poder de dirigir a todos en todo tiempo independientemente de las vivencias por las que estén pasando.
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