© Cira Arroyo Fuentes 16/10/2017 02:36 p.m.
La vida no se puede vivir sólo por vivirla nada más, "durmiendo en los laureles", porque "al camarón que se duerme se lo lleva la corriente" sin aprender nada de ella, sino que hay que ser como el águila, siendo un buen y astuto observador siempre, cuidándose mucho, y aconsejando a nuestros seres queridos y a todos porque con el paso del tiempo se va conociendo bien quienes son los verdaderos amigos y de los demás, y quienes no, y créanme, que lo que he visto durante mis años de vida, es que en los negocios y en el amor no hay ni amigos, ni familiares, ni nada porque la gran mayoría sólo fingen amistad mientras logran lo que desean, y quieren a su posible víctima de cerca para andar vigilando que otros no se les adelanten y les roben el pastel, que es a la persona o la propiedad o bien que esa persona tiene, analizando cuando se le facilitan las cosas, para ver cual es el punto débil de esta, y en que momento flaquea, para aprovecharse de ella y quitarle todo.
Muchos me dicen que yo soy una desconfiada, pero con todo lo que he visto pasar a otros y que por mí misma he experimentado, he llegado a la conclusión de que son muy pocas, diría contadas, las personas de verdad buenas, que sin interés se nos acercan para darnos su cariño y ayuda, porque la gran mayoría sólo fingen hacerlo, pero en el fondo lo que quieren es ayudarse a sí mismas y aprovecharse de una persona o de cuantas más puedan.
La persona o personas que siempre están viendo como se aprovechan de los demás o "comen jamones", deben saber que Dios todo lo ve y que en su momento les dará la justa paga por todo lo que han hecho durante su vida, porque aunque se burlen y le hagan mal a muchas personas creyendo que nadie les ha visto, o siendo corruptamente tolerados por muchos que por confabulación o miedo callan, a Dios no lo engañan y en su momento les dará su paga.
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